Los editoriales de Anil, un nuevo género epistolar siguiendo la mejor tradición de ‘Aló presidente’, simbolizan un formato bien necesario con el que acabar con intoxicaciones, con el que ver la realidad como es, es decir como Anil quiere que sea...
VALÈNCIA. Los editoriales de Anil, un nuevo género epistolar siguiendo la mejor tradición de ‘Aló presidente’, simbolizan un formato bien necesario con el que acabar con intoxicaciones, con el que ver la realidad como es, es decir como Anil quiere que sea.
Me gusta que discrimine entre certezas e injurias, que diferencie entre valencianistas fake y valencianistas de verdad. Porque con tantos miles se seguidores alrededor del mundo ya era hora que alguien ordenara el caos, maldita sea.
El presidente del Valencia Anil Murthy, diplomático en excedencia (no hace falta que jures que estás en excedencia, Anil), nos ha hecho ver que es gracias a su gestión espléndida, a su acierto y buen ojo, por lo que el Valencia va a toda velocidad, de tres en tres hasta la victoria final.
Cómo ha cambiado la película desde que llegaron ellos. Antes aquí reinaba el cachondeo. Un buen día se contrataba a un entrenador que nunca había entrenado pero que era amigo del propietario y se persistía en el error a pesar de coleccionar derrotas. Otro día se promocionaba a un antiguo preparador físico que había estado de segundo torpedeando al primero… y se le renovaba a pesar de acumular palmatoria tras palmatoria. Más allá se daba pábulo a un director deportivo conspirador intentando conservar su puesto costara lo que costara… Qué mala época, por favor. Reinaban los falsos valencianistas en la cúpula del club.
Tuvo que llegar Meriton para hacer limpieza, criba, y poner a funcionar las piezas, fichando a un entrenador normal y a una dirección practicante de la autoexigencia. Alabados sean.
Qué diferencia con la época en la que el Valencia perdió la soberanía; se la regaló a un agente colega del amo que enchufaba a jugadores presuntamente defensas que se resbalaban en cada chance delicado. Por fin ahora, con Meriton, es el club el que ejerce su autonomía.
Agradezco que el presidente ponga las cosas claras porque si no podría suceder que nos creyésemos que esto de ir segundos, de estar en Champions y atravesar los cielos a velocidad de crucero, es el día a día, una rutina. Falso. Estamos así porque Meriton ahora lleva nuestras riendas, pero hace muy poco este equipo era una lágrima que quedaba por debajo de mitad tabla, con episodios delicados. ¡Cuánto falso valencianista debía haber antes!
Se nota que Anil sabe un huevo de comunicación y ya domina la escena. Queremos una editorial cada semana. Canelita en rama, arsénico para los falsos valencianistas. Anil, no nos falles.