VALÈNCIA. Sin movimientos de entrada, solo uno de salida y pendiente de los vaivenes del mercado lejos de las fronteras de Orriols que pudieran acabar afectando a las arcas. Así es como cerró este martes el Levante su particular ventana invernal de transferencias. La cerró tal y como quería Javi Calleja: sin tocar sus piedras angulares y sin sustos que, una vez finalizado el período de verano, podrían adivinarse en el futuro. El caso es que el futuro llegó y Felipe Miñambres mantuvo la plantilla prácticamente intacta. Solo Enric Franquesa, sin minutos prioritarios en la posición con más efectivos de la plantilla, acabó pidiendo su salida en busca de protagonismo.
Y es que esa era una de las premisas del entrenador: que su vestuario se mantuviese inalterado ante las dificultades económicas del club para reforzar la plantilla sin que se produjesen salidas importantes. Se lesionó Brugui de larga duración, salió Franquesa y ni por esas dio para brindar un refuerzo de garantías, aunque en caso de que la lesión de Bouldini hubiese resultado grave, entonces el técnico sí admitió que "se podría dar" alguna incorporación. A la postre, el Levante, en realidad, cuenta dos bajas -sumando la lesión de Brugué- de cara a un final de temporada que se prevé de infarto por aspirar a amarrar el ascenso directo.
Mientras el último día de mercado hirvió fuera de Valencia, el Levante sí estuvo atento a dos futbolistas sobre los que mantiene derechos y que han tenido su cuota de protagonismo en enero: Mickael Malsa y Dani Gómez, dos jugadores contrarios a abandonar la Primera División rumbo a otros clubes donde contar con más minutos.
El caso del internacional por Martinica es particular. Malsa, que prácticamente no cuenta para Pacheta en Valladolid, dio su negativa a firmar por el Granada y volver a las manos de Paco López, pero esta vez en Segunda División. La razón fue la misma por la que, antes de llegar a Pucela, frenó su salida de Orriols hacia la categoría de plata. El club de Zorrilla compró este verano, por una cantidad cercana al millón de euros, el 50% de los derechos económicos del jugador, una operación al estilo De Frutos pero a la inversa: en este caso, todo lo que el Valladolid ingresara por una venta -o cesión con futura compra- por el francés, llegaría partido por la mitad al Ciutat de València.
El Elche fue, después del Granada, el club interesado en los servicios de Malsa, aunque al futbolista no le gustó aquello de sentirse "como una mercancía" en pleno año 2023. Negó aceptar cualquier tipo de cláusula de compra unilateral ni ninguna opción de trapaso "por 10 millones de euros" porque no es "ni Modric ni Pedri". Una declaración impactante en sus redes sociales que, además, despertó la ira entre algunos aficionados violetas.
FAKE NEWS ! ????????♂️
— Mickaël Malsa (@MickaelMalsa) January 31, 2023
En 2023 un empleado no es una mercancía.
Rechazo cualquier cláusula unilateral de ejercicio de opción de compra y la cláusula de traspaso de 10M€ que no tiene sentido. No soy ni Modric ni Pedri.
Una pena, pero FAKE NEWS de verdad.
Otro de los jugadores que pudo hacer las maletas es Dani Gómez, aunque en su caso el Levante no anduvo detrás de una posible cantidad futura a percibir. Sí que acordó, según SER Tenerife, la opción de cortar la cesión del madrileño en el Espanyol sin penalización para facilitar que los pericos se desprendiesen del delantero y este pudiera firmar otro préstamo en el Tenerife. Sin embargo, dos barreras se lavantaron sobre su posible salida: la primera, la negativa del jugador a volver a Segunda pese a haber jugado nueve minutos en los últimos tres meses; la segunda, la necesidad de un refuerzo en el ataque de Diego Martínez.