VALÈNCIA. El Levante convocó este lunes para el 26 de marzo la junta general ordinaria de accionistas, en la que arrojará unas pérdidas de 6 millones de euros correspondientes al ejercicio 22-23, mientras que mantiene una deuda de 107 millones de euros, según informaron fuentes del club valenciano.
Con un par de meses de demora, el Levante convocó a sus accionistas pese a que todavía no se ha cerrado el acuerdo entre el consejero delegado, Pepe Danvila, y la Fundación, máximo accionista del club con un 60 por ciento de las acciones, para cerrar un plan de viabilidad en el club valenciano.
Estos seis millones de euros de pérdidas supone un desfase respecto a lo presupuestado, ya que el Levante informó en su anterior junta que tenía previsto ingresar 275.000 euros al cierre del ejercico contable 22-23.
En las cuentas publicadas en el sitio web oficial, el Levante confirmó que el pasado curso experimentó una bajada en los ingresos ordinarios de 44 millones. El Levante, de hecho, sufrió una pérdida de hasta 40 millones por los ingresos de televisión y en el curso 22-23 apenas recibió 9 millones por este aspecto.
El Levante compensó esta drástica reducción con la ayuda al descenso, de casi 19 millones de euros, y con la venta de jugadores cifrada en casi 14 millones de euros.
El director financiero del Levante, Diego Naixes, explicó en un encuentro con los medios de comunicación que después de haber superado una “situación crítica” el club está estabilizado, pese a que tiene una deuda de 107 millones de euros.
De esa cifra global de más de cien millones, 85,3 son deuda a largo plazo y el resto corresponde a una deuda a corto plazo, explicaron las mismas fuentes.
En esta situación, el consejero Pepe Danvila ha inyectado en el club 23 millones de euros, aunque todavía no se ha cerrado de forma definitiva el acuerdo con la Fundación, que está pendiente de ser aprobado por el Patronato de la Fundación de forma inminente.