El Levante mantiene su límite de coste de plantilla pero sigue excedido

VALÈNCIA. En medio de la vorágine de acontecimientos que se producen esta semana en Orriols por la destitución de Javi Calleja como técnico del Levante, La Liga dio a conocer este martes los datos relativos al Límite de Coste de Plantilla Deportiva (LCPD) de los clubes de Primera y Segunda División. La entidad granota se sostiene en los 4,7 millones que con los que cerró el mercado estival, cuando el actual entrenador y director deportivo del club, Felipe Miñambres, logró vender por alrededor de 20 millones de euros e incorporar una plantilla a coste reducido. Entonces, el ejecutivo astorgano aseguró que se había reducido entorno a la mitad del coste de plantilla de aquel momento, que se acercaba a los 21 kilos. 

A falta de la oficialidad de las cuentas de la entidad, que han de ser presentadas y aprobadas posteriormente en una Junta General de Accionistas que todavía espera fecha definitiva, el coste de la plantilla deportiva actual del equipo ronda los 10 millones de euros, por lo que el Fair Play Financiero del Levante continúa excedido. La venta de Vezo, con percepción de líquido a medio plazo, al Olympiakos griego relajó este apartado en la economía de Orriols, aunque se incorporó a Nikola Maras, con un salario menor al del luso y con contrato hasta este mismo verano, a no ser que un ascenso provoque la continuidad obligatoria del zaguero de Belgrado. 

El límite salarial o, lo que es lo mismo, el límite de coste de plantilla deportiva registra y detalla la cantidad máxima que cada club de Primera y Segunda División pueden gastar en los sueldos destinados a su primera plantilla (plantilla inscribible). Este concepto agrupa los salarios de cuerpo técnico (entrenador, segundo entrenador y preparador físico) y los sueldos de los jugadores. También se refiere al filial, a la cantera y a las demás secciones del club, caso que las hubiese (plantilla no inscribible).

Bajo el concepto de plantilla deportiva inscribible y no inscribible se asocian los honorarios fijos así como los variables tanto en pago en dinero como en especie, por ejemplo el pago de una vivienda o un vehículo, a cargo del club. También entran aquí los pagos por cesiones de los derechos de imagen, las primas de plantilla por objetivos, la amortización de los fichajes, las cuotas de Seguridad Social, las primas a los representantes e intermediarios o las indemnizaciones por la rescisión de los contratos.

El límite salarial que controla salarialmente a los clubes se efectúa calculando la diferencia entre los ingresos, mediante derechos de televisión, patrocinadores o venta de entradas, de los gastos estructurales y el repago de la deuda prevista a lo largo de la temporada. Con este calculo cada entidad determina su límite salarial. LaLiga, en todo caso, obliga a acogerse a los clubes a su control económico, ya que si un club define un límite de coste de plantilla peligroso para sus finanzas este organismo lo puede modificar. Los clubes no tienen por qué consumir el límite en su totalidad.

Más trabajo para Miñambres

El caso es que si no hay ascenso, objetivo que se presume harto complicado en estos momentos, el Levante habrá de seguir vendiendo activos para su supervivencia a pesar del sustento económico de José Danvila, con un plan aprobado por la Fundación en mayoría. A eso, habrá que sumar el trabajo doble que Felipe Miñambres va a ejecutar durante los próximos cuatro meses, mientras entrena al primer equipo y mantiene su labor en los despachos, de la mano de Ángel Medina. Miñambres tiene renovaciones que afrontar en los próximos meses.