VALÈNCIA. El Consejo de Administración del Levante esperará para decidir sobre el entrenador, Mehdi Nafti, muy cuestionado a día de hoy tras caer con estrépito este domingo ante el Racing. El franco-tunecino, que llegaba en tela de juicio al duelo, ha comentado en sala de prensa que no teme por su puesto y ha advertido que puede "darle la vuelta a la situación": "Si no, no estaría aquí", ha sentenciado el técnico, quien hasta ese momento no había intercambiado palabra con el presidente, Quico Catalán, ni tenía previsto hacerlo.
Sin embargo, la decisión sobre su futuro se demora de momento. La ausencia de Felipe Miñambres por el fallecimiento de su padre en el día de hoy -el director deportivo se encuentra en Astorga- hace que la resolución sobre la continuidad o no del entrenador pueda frenarse esta misma noche. No obstante, la presencia de Ángel Medina puede arrojar algo de luz toda vez que el astorgano se encuentre ausente. Eso sí, la premisa de Quico Catalán desde la contratación de Miñambres ha sido clara: él lidera el proyecto deportivo ahora inestable del Levante.
Son dos claves que por ahora detienen el despido de un entrenador que ha escuchado tímidos cánticos con su nombre en el Ciutat y ha vivido en primera persona el clamor de un estadio que se giró contra el palco de autoridades. Incluso una parte de la grada llegó a corear gritos en recuerdo de Alessio Lisci. A ese hecho, Nafti ha contestado que "la gente tiene derecho a expresarse". En caso de que este lunes exista una fumata blanca con Miñambres desde la distancia -este lunes tendrá lugar el velatorio de su madre- y que acabe con el periplo de Nafti en Orriols, no se descarta que el entrenador del filial, Chema Sanz, pudiera coger de manera interina las riendas del equipo en Anduva el jueves. Eso siempre que no llegara un sustituto a tiempo. De momento, tiempo de reflexión en el seno del Levante y a la espera de una reunión del Consejo para valorar una situación deportiva límite.