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mendilibar está sobre la mesa, pero no hay decisión, de momento, con el italiano

El Levante peina el mercado de entrenadores mientras decide sobre Alessio

7/12/2021 - 

VALÈNCIA. El Levante no tiene claro qué hacer con Alessio Lisci. El equipo volvió a no ganar en Liga este domingo ante Osasuna, pero la sensación de los granota y lo que se vio sobre el tapete del Ciutat fue radicalmente distinto a lo que acostumbraba a observar la parroquia levantinista con Javi Pereira al frente de la nave. Aún así, lo que dijera el marcador de Orriols pasadas las ocho de la tarde era clave para una posible decisión sobre el técnico interino. El presidente, Quico Catalán, debatió con el Consejo de Administración tras el partido sobre la figura del italiano, pero la conversación acabó sin decisión firme. Alessio terminó programando y dirigiendo la sesión del lunes antes de la jornada de descanso de este martes.

Sin embargo, y aunque no hubiera decisión clara al respecto, el club -Quico Catalán, a falta de una dirección deportiva de Primera División que asesore acerca de qué técnico debe intentar sacar al Levante del agujero- peina el mercado de entrenadores por si finalmente no es Alessio Lisci el escogido. En Barcelona este próximo sábado o más allá de esa cita. José Luis Mendilibar figura en los despachos de Orriols como gran candidato a ocupar el banco granota en caso de que el romano no continúe, tal y como ha informado SER Deportivos y ha confirmado este periódico. El nombre está encima de la mesa. Sin embargo, hay otros en la libreta. Juanfran García o Sergio González son preparadores cuyas situaciones se tienen en cuenta. Todo ello al margen de que Alessio, a quien esta mañana aún no se le había comunicado una decisión, dirija al Levante la jornada que viene.

El transcurso de las horas pesa como el plomo en Orriols y las decisiones se pueden precipitar en cualquier momento, pero a medida que se acerca el encuentro y la preparación se mantiene fijada del puño y letra de Alessio, coge fuerza la idea de que el romano dirija su tercer partido en la élite ante el Espanyol. Al menos mientras él mismo no sepa que ha de echarse a un lado. Otra vez. Una derrota hubiera cargado de razones al Consejo para trabajar en la incorporación inmediata de otro entrenador; una victoria contundente hubiera sido importante para, al menos, transmitirle al italiano horas después que iba a continuar comandando la primera plantilla el fin de semana siguiente. Sin embargo, lo que lució el luminoso fue el tercer empate a cero de la temporada como local y en los despachos de la entidad granota, en vista de los tiempos que usa, reina la duda.

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