VALÈNCIA. El Levante fue al Coliseum y se perdió buscando el camino del milagro. Ganarle al Getafe era el primer grano en un castillo que ya parecía ser de arena desde el inicio y que, con la décimo tercera derrota del curso, empieza a caerse pedazo a pedazo. Mientras las matemáticas no les digan lo contrario, Alessio y los suyos pelearán por lograr la machada, pero sería precisamente eso, una hazaña casi mágica, que los granotas terminaran agarrando la permanencia con los números que hoy figuran en su haber. Y es que como cuadro más goleado del campeonato con mucha diferencia (ha encajado 46 tantos, 10 más que el siguiente club que más balones ha recogido entre las redes, el Cádiz), el Levante se apresura a consumar el descenso más veloz de su historia en Primera División... y posiblemente de La Liga.
Con 11 puntos en el casillero, nueve separan ahora mismo al cuadro de Orriols de la plaza que marca la salvación. Por estadística puede no parecer un imposible, pero las sensaciones abocan al club a tratar de evitar salir en los registros históricos de la competición. En su último descenso en 2016, el Levante de Rubi marcó 32 puntos como colista y dijo adiós a la categoría el día 2 de mayo. Ocurrió en la jornada 36, a dos del final, y el técnico catalán acabó la temporada antes de ser oficialmente despedido de cara a la construcción del proyecto en Segunda. La entidad levantina aguantó con su entrenador hasta el final, algo que puede ocurrir también este año a expensas del autoexamen de Quico Catalán, la llegada por fin de un director deportivo y las decisiones que se tomen respecto a Alessio. Quemar la bala del italiano o no será un escenario cuyo telón se abrirá más adelante.
Quizá con el descenso consumado. Porque este Levante va directo al descalabro en abril. A velocidad de crucero. Para alcanzar los 35 puntos con los que, históricamente, La Liga dicta que un conjunto se salva -nadie se ha mantenido en la élite por debajo de esa cifra en su marcador- el equipo granota necesita más de cuatro victorias. 14 puntos que hoy parecen una montaña. En 2008, el Levante bajó con Resino, De Biasi y José Ángel Moreno en el banco -también con tres técnicos en un solo curso- el 27 de abril. Jornada 34, a cuatro citas del final. Y acabó consumando la tragedia con 26 puntos. El anterior descenso fue más digno: 37 puntos como 18ª clasificado en 2005, y también se confirmó a finales de abril.
Desde luego, esquivar la photo finish se antoja complicado. Resulta corriente que en el seno del club haya dejado de extenderse la idea del milagro y más de un futbolista piense en su situación de cara a la próxima campaña. Hay renovaciones que acometer y de momento la entidad, sin director deportivo en sus despachos, no se mueve de facto en la preparación del curso viniente. Mientras tanto, se puede convertir incluso en objetivo el hecho de tratar de, al menos, superar los 20 puntos, el mínimo -excepto un caso muy concreto- que un equipo ha conseguido desde que La Liga otorga 3 puntos a la victoria. Solo el Sporting del 98, el del récord superado por el Levante este curso de 24 encuentros consecutivos sin triunfo, amasó la escasa cifra de 13 puntos en toda una temporada. Dramático. Al menos los granotas tienen a tiro de piedra esa barrera.
Sin embargo, el siguiente escalón está marcado desde hace muy poco. En la 16/17 y la 17/18, el colista sumó solo 20 puntos. Fueron el Granada y el Málaga, respectivamente. En ambos años, el Leganés marcó la plaza de permanencia con 35 primero -el mínimo histórico-, y con 43 después. El Córdoba también puntuó solo 20 en 2015, mientras que el farolillo rojo con más músculo del siglo fue el Numancia, que hizo 39 puntos en 2001, cuando las ligas se competían mucho más por detrás. Para escalar hasta ese puntaje, el calendario del Levante se complica en tanto que el Betis, uno de los oponentes más en forma del país, es el próximo club en visitar el Ciutat. Después, dos salidas al Metropolitano y Balaídos rizarán un poco más el mes de febrero, que acabará con el Elche visitando Orriols. Ya se verá, entonces, si los ilicitanos son rival por la permanencia el mediodía del 26. Aún así, más susto da la recta final de La Liga en clave granota: Villarreal, Barça, Valencia, Real Sociedad y Real Madrid en las últimas nueve fechas.