VALÈNCIA. El batacazo general del Levante frente al Villarreal evidencia sobre manera los problemas que está sufriendo el equipo de Paco López en el último mes. El encuentro no fue, ni mucho menos, parecido a la visita del Huesca, donde a los granotas sí se les pudo achacar una falta de tensión importante que, a la postre, reforzó el debate sobre la relajación y la autocomplacencia claramente tratada por el técnico en la previa del partido de este fin de semana. Lo que supone la derrota del domingo es un momento para frenar y analizar diferencias de un Levante que, desde el derbi en el Ciutat, ha descendido en sensaciones.
Los levantinistas 'se descosen' de arriba a abajo porque el problema no solo viene en defensa, donde errores puntuales, con línea de cuatro o de cinco hombres, han costado goles en contra irrecuperables. Es el caso, por ejemplo, del pase imposible y precipitado de Duarte a Morales que terminó con Gerard Moreno haciendo travesuras a la cintura del costarricense. Después llegaron más fallos de línea, pero, eso sí, con un Levante mucho más arriesgado y con su zaga adelantada varios metros más de lo habitual. Tampoco es excusa: las dos desconexiones en las dos dianas de Rafa Mir en Orriols hace tres semanas también subrayan que la defensa levantinista, por mucho que haya crecido en fiabilidad respecto a la primera vuelta -cuando se encendieron las alarmas en las jugadas ABP-, sigue siendo uno de los puntos a engrasar del cuadro levantino.
Sin embargo, la sequía en ataque también afecta a los resultados del Levante. Allí donde el equipo encontraba a Roger, ya no lo hace. El de Torrent no ha sido esta temporada un delantero que haya llenado su saco de ocasiones, aunque sí lo ha hecho de goles. Si hace un mes tras el derbi se colocaba en posición de pulverizar su récord de goles en Liga en una temporada (13 tantos en la 18/19), ahora enlaza cuatro encuentros no solo sin marcar, sino sin disparar a puerta. Ante el Villarreal, el Pistolero disparó dos veces sin suerte, una de ellas en un intento de remate acrobático tras error de Morales, quien tampoco atraviesa su mejor momento.
Si la dupla entre Comandante y Pistolero era la segunda más productiva de La Liga a inicios de 2021, ahora solo está por delante, de los rivales que tiene delante en la clasificación, de Granada, Betis y Sevilla. Son 21 dianas las que acumulan entre los dos, una cifra que sigue manteniendo a Roger y a Morales en lo alto de la clasificación de las parejas de ataque. Eso sí, el letargo del capitán, que lleva sin hinchar su casillero de estadísticas desde la asistencia y las ocasiones de las que gozó en el Metropolitano, mantiene vivo el hielo que ahora mismo congela la vanguardia granota. Solo De Frutos mantiene viva la llama.
El Levante inició ayer la semana con sesión matutina y hoy hará lo propio en el Ciutat de València antes de dar forma a la lista de futbolistas que afrontarán el partido frente al Sevilla. Es otro miura después del 'sopapo' recibido el domingo, y el cuerpo técnico trata de recuperar a su equipo sobre todo anímicamente. El objetivo primoridal sigue siendo el mismo y el cuadro de Paco López lo tiene amarrado, pero el deber llama a una plantilla que ha bajado su rendimiento desde que cayó eliminado de la Copa del Rey, se deprimió en San Sebastián y despertó con un partido muy serio y triunfal frente al Valencia.
La preocupación ahora mismo en el club granota reside en no alargar la mala racha. La de juego y la de resultados, porque en Ipurúa se consiguió una victoria trabajada en el segundo tiempo, pero gris a nivel general. La permanencia está en el bolsillo, su cremallera está prácticamente cerrada, pero otro placaje como el del fin de semana tocaría mucho la moral de la parroquia levantinista antes de ir al Martínez Valero a certificar el objetivo de inicios de curso.