VALÈNCIA. El Levante está a tiempo de casi todo. La Segunda División sigue siendo una jungla imprevisible y, a seis jornadas del final, parece que nadie quiere ser sexto. El Oviedo tenía en la mano tal plaza y su derrota en Cartagena, precisamente ante el mismo equipo que pisará Orriols este mismo domingo, le hizo ceder una nueva posición de promoción al Elche, que estaba fuera y que ahora es quinto. Es uno de los tantos movimientos de clasificación a los que se somete la categoría cada fin de semana y que hacen al Levante seguir a tres puntos del objetivo, a pesar de sí mismo.
Los vaivenes del equipo de Felipe Miñambres, que cuajó en Santander, el partido más prolífico en ataque desde que el astorgano aterrizara en el banquillo, siguen manteniendo al equipo en la décimo primera ubicación del campeonato. La última de entre los que todavía aspiran, de una u otra forma, a meter la cabeza en la batalla por el ascenso. La jornada no es tan propicia, esta vez, para meter un mordisco a la tabla, pero las sorpresas dejan al Levante a tiempo todo.
El que visitará el Ciutat de València este fin de semana no es el club teóricamente más asequible ante el que se enfrentarán los candidatos al regreso a la élite. Además, la victoria del Cartagena frente al Oviedo, precisamente en la pomada por subir, llena de esperanzas al conjunto de Julián Calero. El suyo es un vestuario que todavía no se ha escapado de la presión por el descenso -está a 3 puntos y necesita, como el Levante, enlazar victorias-.
No será un rival fácil como tampoco lo será el Andorra para el Racing este mismo viernes. Los del Principado también se juegan salir del pozo y, de ganar o empatar ante los cántabros, dejarían el primer rival que puede adelantar el cuadro de Miñambres este fin de semana. Otro, el Burgos, juega este sábado ante el Amorebieta, otro de los que necesitan respirar en la parte bajera de la clasificación. Leganés y Valladolid se enfrentan a Zaragoza y Huesca, en tierra de nadie, y el Eibar visita a un Albacete que también necesita salir del infierno.
Por los enfrentamientos anteriores, parece no ser una jornada demasiado propicia para adelantamientos. Aunque lo apretado de la categoría continúa favoreciendo las sorpresas, muchos de los implicados por delante del Levante tienen encuentros ante contrincantes teóricamente inferiores. Hay un duelo directo, el de Elche y Espanyol a última hora del sábado, pero nada cambiará la situación de los valencianos lo que ocurra en el Martínez Valero. El Levante necesita sorpresas esta jornada. Davides tumbando a Goliats para avanzar de una vez por todas... si gana.