El Levante volverá a respirar a través del Ciutat

VALÈNCIA. "Todo indica a que la próxima temporada la asistencia a los estadios será superior", apuntó Quico Catalán en sala de prensa en relación al nuevo rumbo del Levante respecto a la campaña de abonados, esta vez sin gratuidad para aficionados en función de su fidelidad. Y efectivamente, el presidente de LaLiga, Javier Tebas, aseguró durante el foro 'EFE Sport Business Days' del pasado jueves que la temporada 21/22 arrancará con una media del 70% de ocupación en los estadios. Teniendo en cuenta que la Comunitat Valencia fue la primera en acoger hinchas en las gradas de La Liga durante las dos últimas jornadas del recién concluido campeonato, todo apunta a que el Ciutat de València podrá llenar sus butacas con al rededor de 18.500 de sus abonados.

Si la predicción de Tebas se cumple, el ticketing volverá a los clubes españoles para ser "un ayuda" más en sus ingresos. Unos, como el Valencia, optarán por aumentar precios en sus abonos -según su presidente, Anil Murthy-, otros, como en este caso el Levante, buscarán en el regreso del público una inyección de beneficios que no ha tenido a lo largo de las últimas dos temporadas. La apuesta por el aficionado que ha aplicado el Levante permitirá que esos ingresos supongan un impacto mayor respecto a otros cursos, así como ya fue una de las entidades menos afectadas a la hora de reordenar la devolución por abonos tras la explosión de la Covid-19.

Resta por ver la campaña de abonados que próximamente lanzará el club de Orriols. Sí tendrá premios en función de implicación y fidelidad durante el curso. "El Levante va a volver a una cierta normalidad respecto a nuestros competidores: hemos invertido en generar fidelidad y, después de conseguir ese obejtivos, se ha de monetizar", explicó el presidente. El regreso de público ya se barajaba en club según informaciones internas por parte de La Liga, aunque todo se mantiene supeditado a la decisión de las autoridades sanitarias y de la evolución de la pandemia, y será una nueva base de ingresos que otorgará un respiro.

A la espera de una posible prórroga para cuadrar balance

Otro de los respiros que espera el Levante reside a la hora de cuadrar sus números. El club levantinista todavía ha de vender por valor de 16,5 millones de euros antes del 30 de junio, algo que, a todas luces, no va a ocurrir salvo sorpresa mayúscula, incluso en el seno de Orriols. Sin embargo, una prórroga de cara a ese balance permitiría, al menos, no cerrar el ejercicio con pérdidas, tal y como estaba previsto en caso de no ejecutar venta alguna en las cantidades aprobadas en junta para venta de futbolistas. 

Lo que también entraba en los planes es no conseguir esos 16 kilos antes de que julio llegue a los calendarios. En ese caso, el lastre continuaría hasta final de mercado, donde entonces sí, durante agosto, el Levante tendrá que lograr la o las ansiadas salidas importantes, además de aquellas planificadas por no contar con ciertas piezas en el próximo proyecto. Una posible prórroga para cerrar estos balances -el Levante no es, ni mucho menos, el único club con problemas en este sentido, solo hay que girar la vista a la otra acera de la ciudad- ayudaría, junto con el regreso del ticketing al Ciutat, a respirar y afrontar el mercado con una posición de tranquilidad, mucho más allá de la transmitida por el presidente hace dos semanas.