VALÈNCIA. El Valencia CF llegó al primer parón del campeonato con los deberes hechos a medias. Tras las dos primeras victorias y la falta de refuerzos, llegaron las dos primeras derrotas y el reconocimiento en público por parte de la presidenta de la permanencia en primera división como objetivo deportivo en la temporada.
El ambiente entre la derrota en Vitoria y el esperpéntico video de Lay Hoon se ha enrarecido con respecto al grupo. Sobre el vídeo poco puede hacer el equipo, aunque los jugadores no son ajenos a la realidad que les rodea y saben del descontento en la calle y de la brecha cada vez más importante entre la propiedad y la masa social del club. Respecto a la derrota en Vitoria, el principal problema fueron las malas sensaciones que dio el equipo. Fundamentalmente por lo que respecta a la falta de recursos en ataque como consecuencia del paulatino empobrecimiento de la plantilla.
Llegan por tanto las primeras turbulencias que alimentan las dudas que ya existían en torno a la planificación de la plantilla. Y aparece la incertidumbre justo en el momento en que se complica el vestuario por dos factores. El primero, por la entidad de los rivales: Atlético. Real Sociedad o Betis y una complicada visita a la cancha del Almería. Y el segundo es que las fechas se comprimen y viene una semana con tres partidos: el sábado 23 desplazamiento a Almería, el miércoles 27 llega la Real Sociedad y el domingo 1 de octubre el partido ante el Betis en el Benito Villamarín.
En un vestuario plagado de chavales del Mestalla llega la hora de comprobar el liderazgo de los más veteranos. Dada la política de constantes traspasos de Meriton, no hay -más allá de los canteranos- muchos futbolistas con más de dos o tres años de pertenencia al grupo. Es ahora cuando se hace más necesario que nunca el liderazgo de los capitanes Gayà, Gabriel y Jaume que son quienes deben ejercer como guías, junto a Baraja, para que el grupo maneje con solvencia la situación. Además, futbolistas de recorrido ya en el fútbol profesional como Foulquier o Canós deben ayudar en el liderazgo a los capitanes para afrontar los primeros escollos de una temporada en la que se va a convivir constantemente con el sufrimiento.