¿Qué diferencia hay en esta temporada respecto a la anterior? Sobre todo las expectativas, la exigencia, el enfoque motivacional, la presión. Ya no vale hacer un buen trabajo y ver hasta dónde se llega. Ya hay que sacar resultados, muy buenos resultados en tres competiciones exigentes. Y de momento no llegan. ¿Qué peso tiene todo esto en el gol?
VALÈNCIA. Cuando un futbolista está en “estado de gracia” de cara al gol, es capaz de anticiparse a lo que va a ocurrir, está seguro de que su acción acaba en gol, tiene la ilusión de lograr un reto (salvar la acción del portero, “disparar” con una clara intención de “meter el balón allí donde no llegue nadie”…) y, en definitiva, está en ese estado óptimo de funcionamiento que hace que rinda a su mejor nivel, que chute con el mejor criterio, intención, acción, sentido. Y su porcentaje de acierto es alto. Y cuantas más veces esto se repite, más confianza/acierto aparece.
Cuando un futbolista está “negado” de cara al gol, le cuesta anticipar lo que ocurre en la jugada, tiene dudas a la hora de ejecutar, aparece el “miedo a fallar” (con pensamientos del tipo de “no puedo errar”…), no sabe exactamente cuál es su mejor opción para el disparo y, en definitiva, está en un estado de funcionamiento que le perjudica en su rendimiento, que hace que chute “con dudas”. Y porcentaje de acierto es bajo. Y cuantas más veces esto se repite, más dudas aparecen.
En ambos casos, es un círculo vicioso. Cuando mejor salen las cosas, mejor se sigue funcionando. Cuando peor salen las cosas, peor se sigue funcionando.
Es un ejemplo de cómo las variables psicológicas como la motivación (enfoque y orientación motivacional), control del estrés, autoconfianza, manejo de estímulos atencionales, control de la activación, la gestión del grupo o la comunicación (tanto interna como interpersonal) influyen en el rendimiento deportivo. Es un ejemplo cómo, si se manejan adecuadamente estas variables, el futbolista “fluye”, “simplemente juega” y da lo mejor de sí mismo justo en el momento en que ejecuta la acción del disparo a portería. Y eso, obviamente, aumenta las posibilidades de que consiga el gol.
¿Qué perjudica que se alcance el estado de óptimo rendimiento del jugador que ejecuta un disparo a portería? Por ejemplo, la sensación de que existe una urgencia excesiva de alcanzar unos objetivos (en lugar de estar centrado en el aquí y ahora). Por ejemplo, pensamientos negativistas o “conformistas” del tipo “no estoy seguro”, “no sé si voy a poder”, “con tirar a puerta es suficiente”... Por ejemplo, un exceso de miedo, ansiedad y otros aspectos emocionales negativos en el lugar de realizar la acción. Por ejemplo, una sensación de que “es la última oportunidad”, “es una final” y otras cuestiones similares que aumentan la carga psicológica o mental en el momento de ejecutar la acción. Si cuando se finaliza a portería, el o los futbolistas tienen un gran “peso” a sus espaldas negativo (que perjudica su rendimiento), las posibilidades de que se alcance el objetivo (el gol), disminuyen.
¿Qué favorece que se alcance el estado óptimo de rendimiento del futbolista que finaliza una acción? Estar centrado en el aquí y ahora; plantearse un reto ilusionante cada vez que ejecuta; ajustar sus expectativas (no es una final, es sólo una acción que puede realizar de la mejor manera en ese momento); tomar la mejor decisión; asumir que se acierta o se falla, pero aún así se hace lo mejor que se puede buscando el éxito (gol), siempre buscando la mejor solución… Es decir, tener un “peso psicológico” (control de variables mentales) adecuado que favorece un óptimo rendimiento.
Analizando desde fuera, como un espectador externo, intuyo que el Valencia CF viene de una temporada 2017-18 exitosa. Previamente, dos temporadas largas, difíciles. El año pasado era fácil mejorar lo anterior. La dirección del club puso cordura con Mateo Alemany al frente. Marcelino insufló confianza a una plantilla que quería un líder. Y llegó el buen criterio. El rendimiento. Los resultados. ¿Qué diferencia hay en esta temporada respecto a la anterior? Sobre todo las expectativas, la exigencia, el enfoque motivacional, la presión. Ya no vale hacer un buen trabajo y ver hasta dónde se llega. Ya hay que sacar resultados, muy buenos resultados en tres competiciones exigentes. Y de momento no llegan. ¿Qué peso tiene todo esto en el gol?
También, analizando desde fuera (sin tener desde luego toda la información), parece que el Villarreal CF, tras un buen rendimiento del equipo sobre todo en la parte final de la temporada pasada, confía en un cuerpo técnico (y un proyecto) totalmente de la casa. Y se gastan 40 millones en “gol”. Y los resultados no llegan, cuando ¿deberían? haber llegado. ¿Qué peso tiene todo esto en el gol?
Mientras el Levante UD, parece que encontró la alegría, la ilusión, el acierto y el “peso” adecuado en el gol con la llegada del cuerpo técnico encabezado por Paco López. ¿Dónde está la diferencia? ¿Hasta qué punto todo esto se puede manejar?
EL trabajo psicológico (o mental, es lo mismo) forma parte del día a día de cualquier deportista. En un equipo de fútbol, todos los implicados tienen un “papel” psicológico. Desde el entrenador (el que más influencia mental tiene), los ayudantes, los dirigentes (que son los que generan o no la estabilidad necesaria), el departamento de comunicación, cuerpo médico y cada vez más se cuenta (bien desde el propio club o como colaborador externo) con el profesional mental del deporte que es el (o la) psicólogo experto en psicología del deporte que sabe adaptarse a las necesidades del club o equipo aportando su visión a la filosofía de trabajo de la entidad.
En ocasiones, las circunstancias favorecen que “las cosas vayan bien”. En otras es mucho más complicado y, como ocurre con otras “parcelas” a veces “cuesta más”. Y claro, si “el peso del gol” es excesivo, inadecuado, el acierto de cara a portería es mucho más complicado.
¿La solución? Manejar las variables psicológicas bien (por todas las vías que se pueda, desde el trabajo global con el equipo hasta uno más individualizado si es necesario) para lograr el estado óptimo de funcionamiento del futbolista en el momento en que ejecuta la finalización. Es decir, controlar “el peso del gol”.
Con buen trabajo, los resultados (más pronto o más tarde) llegan. Confiemos. Vorem.
David Peris Delcampo
Psicólogo experto en psicología del deporte. Vicepresidente de la Federación Española de Psicología del Deporte. Presidente de l’Associació de Psicologia de l’Esport de la Comunitat Valenciana (APECVA). Director del Máster en Coaching y Liderazgo de la Universitat de València.