VALÈNCIA. Al Levante le quedan vidas. La Segunda División, loca como pocas competiciones, ha vuelto a brindale al cuadro de Javi Calleja un respiro después del doloroso empate del viernes. Y es que el Granada de Paco López ha caído ante el Sporting en El Molinón y deja la segunda plaza de ascenso directo a solo un punto, cuando la jornada había arrancado a distancia de dos. Además, el Eibar también empató este sábado en Oviedo y el liderato se mantiene a cuatro puntos a falta de 24 por disputar.
El único dolor de cabeza, la victoria del Alavés en El Alcoraz, donde el Levante cayó goleado. Con el triunfo, los de Luis García dan caza a los granotas en la tabla y los envían, de momento, a la cuarta posición a falta de que Las Palmas cierre este lunes la jornada en un duelo directísimo en Albacete. Los canarios viven ahora a un punto del Levante y una victoria les devolvería a la zona de ascenso, dejando de nuevo atrás al Granada.
En cualquier caso, la jornada le sale barata al Levante en comparación con lo que podía haber sido. Tres puntos en el zurrón de Eibar y Granada hubieran puesto el liderato a seis y el segundo puesto, a cuatro, con el Alavés ya incrustado en el club de los 60 y Las Palmas, siempre y cuando consiga triunfar en su cita, con otra ventaja de dos. Que los hombres de Calleja caigan a la quinta plaza la iniciar la semana es una posibilidad real, aunque si lo hace no será lejos de la cabeza. La noticia, sensaciones de las tablas frente al Zaragoza en la mano, es una especie de respiración asistida para un equipo que se ha caído mentalmente y que ha de alzarse en las próximas jornadas.
El domingo que viene será especial. El Eibar esperará en Ipurúa en un partido que, en caso de caer del lado levantinista, insuflará aire hasta quedarse a solo un punto de la primera posición. Más allá de ese duelo, no habrá más directos en la jornada: en Granada jugará en La Romareda, el Albacete en Santander, Las Palmas recibirá al Oviedo y el Alavés, al Andorra. Rivales en teoría asequibles para todos los aspirantes si no fuera por una categoría absolutamente impredecible.