VALÈNCIA. El Valencia Basket disputará la próxima campaña por séptima vez la Euroliga, la máxima competición de clubes del baloncesto europeo, a la que accederá por primera vez por invitación, al decidir la organización mantener el veto a los equipos rusos por la guerra de Ucrania pero seguir con el mismo formato de dieciocho equipos que completará con el conjunto de la Fonteta y con el Partizan de Belgrado.
El club valenciano se estrenó en la competición en la campaña 2003-04 tras haber conquistado la temporada antes la Copa ULEB, el torneo que después se convirtió en la Eurocopa. Aquella temporada estuvo a punto de meterse en la final a cuatro, pero en buena parte se lo impidió el que tras negarse a jugar en Tel Aviv por el “clima pre-bélico” que vivía Israel, la organización le dio el partido por perdido por 20-0.
Aquel fue uno de sus grandes desencuentros con la organización del torneo. Después llegó el posicionamiento del club contra la progresiva concesión de licencias en función de intereses económicos y en contra de los criterios deportivos. El club hace un tiempo que asumió haber perdido esa batalla.
La segunda participación del Valencia en la Euroliga llegó en la campaña 2010-11 y de nuevo se produjo tras conquistar la Eurocopa. En aquella ocasión, el equipo valenciano firmó su mejor participación y cayó en el quinto encuentro de los cuartos de final ante el Real Madrid, por lo que se quedó nuevamente a las puertas de la final a cuatro.
Tras su tercera Eurocopa, la de 2014, firmó su peor participación en la Euroliga en la campaña siguiente, al quedar eliminado en la primera ronda y sin apenas opciones. En la temporada 2017-18, tras haber ganado Liga Endesa por primera vez ese 2017, las lesiones marcaron una participación que, por primera vez con una fase regular de 34 partidos, fue de menos a más pero que dejó al equipo lejos de los ocho primeros.
De nuevo le tocó jugar la Eurocopa en la 2018-19 y nuevamente la conquistó lo que le volvió a abrir la puerta de la Euroliga y esta vez dos años seguidos tras interrumpirse la competición en la 2019-20 por la pandemia del covid-19 y repetirse el torneo en la 2020-21.
En esa última experiencia, el equipo que dirigía Jaume Ponsarnau se quedó a una victoria de clasificarse para los cuartos de final, lo que le habría permitido repetir en esta pasada campaña.
En esta temporada, la única vía segura para el Valencia para regresar a la Euroliga era ganar la Eurocopa algo que no ha logrado, puesto que cayó en semifinales ante el Virtus Bolonia. Pero la guerra de Ucrania le ha abierto las puertas del torneo, aunque no por méritos deportivos, y de hecho la organización ya ha deslizado que el club tendrá preparado su nuevo Arena para 2024, un comentario que refuerza la idea de que el club puede aspirar a estabilizarse en la competición.