El Valencia Basket juega ante el potente Virtus la primera de sus dos finales por una plaza en la Euroliga

VALÈNCIA. El Valencia Basket afronta este miércoles ante el potente Virtus de Bolonia, el principal candidato por presupuesto al título de esta Eurocopa, la semifinal a partido único del torneo, es decir la primera de las dos finales que debe ganar para levantar de nuevo el título y, al mismo tiempo, ganarse una plaza para la próxima edición de la Euroliga, un torneo que se ha convertido en el principal anhelo del club en las últimas campañas.

El conjunto valenciano tendrá el factor cancha a su favor, en este cruce y también en la final si la disputa, una ventaja que espera reforzar con una buena entrada en la Fonteta.

Ese impulsó confrontará con el enorme potencial de la plantilla que dirige el seleccionador español Sergio Scariolo, que ya era la más fuerte al inicio de la temporada pese a las muchas lesiones que también ha tenido pero que, por las sanciones económicas tras el inicio de la guerra de Ucrania, ha incorporado a dos jugadores de primera línea de la Euroliga como Daniel Hackett y Toko Shengelia, ambos hasta entonces en el CSKA.

Ambas estrellas se unen a otras como Milos Teodosic y Marco Belinelli, a otros jugadores que apuntan a serlo como Isaia Codornier y a también a algunos que, sin tener ese estatus, le aportan una enorme solvencia como pueden ser Kyle Weems y Kevin Hervey por fuera y Jakarr Sampson y, sobre todo, Mam Jaiteh por dentro.

Eso sí, pese a la amplitud y calidad de su plantilla lo cierto es que el equipo italiano ha firmado hasta ahora una Eurocopa irregular. Fue cuarto en el grupo en el que el Valencia fue segundo (aunque sólo con una victoria menos) y sufrió para superar tanto los octavos de final ante el Lietkabelis Panevezys lituano y los cuartos frente al ratiopharm Ulm, pese a ser dos rivales de potencial muy inferior y jugar en casa.

En cuanto a los enfrentamientos directos entre el Valencia y el Virtus ambos se han saldado con ajustados triunfos del conjunto de Joan Peñarroya, algo que puede transmitir una sensación engañosa. Por una parte porque aunque el conjunto valenciano ganó en Bolonia llegó a perder por más de veinte puntos en la primera mitad y por otra porque en ninguno de los dos partidos estaban aún ni Hackett ni Shengelia, que se han convertido en piezas clave del equipo de Scariolo.

El Valencia llega a este encuentro tras haber eliminado con solvencia al Metropolitans 92 francés en la cita de octavos de final de la semana pasada y tras haber logrado una victoria sin brillo en la Liga Endesa ante el MoraBanc Andorra.

En ambos casos, el interior Bojan Dubljevic fue trascendental en su triunfo y el buen momento del interior montenegrino en cuanto a juego pero también en cuanto a motivación es uno de los argumentos que maneja el equipo valenciano para decantar el choque de su lado.

Peñarroya tendrá la baja tanto del lesionado Klemen Prepelic como de su sustituto Olivier Hanlan, que no está inscrito en la competición, y está pendiente del estado físico del base islandés Martin Hermannsson, con problemas musculares, y del escolta Josep Puerto, con un esguince de tobillo. A ambos los reservó ante el Andorra y se espera que puedan estar con el equipo.