No se gana porque el Valencia no es superior a ningún rival. Al contrario, el rival casi siempre es superior al Valencia. Hay que igualar los partidos y darle un equilibrio al equipo. Porque peor no se puede hacer...
VALENCIA. Gary Neville no ha conseguido aún eso que los técnicos denominan "cambiar la dinámica", cuestión que en la alta competición lejos de ser una superchería, tiene una importancia capital. El Valencia fue superado por el Rayo, cuyos jugadores tampoco dicen gran cosa, e incluso dicen sus nombres menos que los de los locales, pero se comportan como un equipo que sabe a que juega; justo lo que Gary de momento no es capaz de ahormar. De momento, no ha demostrado la capacidad necesaria para sacar al Valencia del atolladero en que se encuentra.
Incluso ganando un par de partidos, aún no jugando bien daría esa confianza y ese ritmo que te dé una normalidad que ahora mismo no hay. No se gana porque el Valencia no es superior a ningún rival. Al contrario, el rival casi siempre es superior al Valencia. Hay que igualar los partidos y darle un equilibrio al equipo. Porque peor no se puede hacer. Algo más sí se puede hacer.
Hacen falta refuerzos venidos de jugadores que aumenten el nivel físico y cualitativo del equipo. Esto se arregla con algún fichaje. Porque está claro que este equipo sí necesita refuerzos. Son muchos partidos sin ganar en Liga. Y Mestalla se indigna, y con toda la razón. Son muchos disgustos. Y hay que dar con la tecla pero ya. La situación es complicada. Y se está a siete puntos del descenso.
Neville ha analizado en el tiempo que lleva, que clase de jugadores tiene en la plantilla para después decidir como quieres jugar. Considero que si él tiene una idea de juego y no la puedes desarrollar con los futbolistas que dispones, es evidente que tienes que buscar otra manera y estilo de jugar. Y de inmediato, sacar el máximo rendimiento y posibilidades a la plantilla que tiene que buscar otra manera de jugar. No hay vuelta de hoja. Si tienes una idea de fútbol, pero si tu equipo no la puede desarrollar, la idea no vale para nada. Otra cosa distinta es la temporada que viene. Por eso, igual se aprecia que la forma que quiere Gary Neville de jugar puede estar lastrando al equipo, por ese desconocimiento -a pesar de tener a su hermano desde el verano-, que en un primer momento puede haber tenido el míster inglés de como son sus jugadores. Y si Parejo no funciona porque no es mediocentro, pues que juegue en la mediapunta, donde quizás rendiría más.
Hay que elegir lo mejor dentro del equipo que tiene. Lo que mejor le vaya a un equipo que le ha tocado entrenar cuando nadie lo esperaba y él no ha confeccionado. Por eso, la afición se pregunta si se puede hacer algo más para no tener números tan malos como tiene ahora el entrenador. No sé si cambios de jugadores o si se puede jugar con otro sistema, pero algo tendrá que hacer. Porque esto no funciona y hay un equipo blandengue, que es lo que ahora mismo es el Valencia. Y una falta grave de identidad que se ha perdido.
El ejemplo del Valencia debería ser el At. Madrid, un equipo hecho desde atrás, un equipo bronco y contundente, incómodo, muy disciplinado y al que es muy difícil hacerle goles. Y con un crack arriba que marca las diferencias, no como los 30 millones de Rodrigo y los mismos que costó Negredo, y muchos jóvenes muy caros. Antaño el Valencia era como el At. Madrid. Y los equipos campeones de Rafa Benítez y competitivos de Héctor Cúper, siempre se caracterizaban por unos niveles de intensidad y trabajo que eran muy superiores a la media. Y ahí estaba la base del éxito. Una base de jugadores que el Valencia ahora no tiene. Una identidad perdida.
Y como dice Álvaro Negredo, el equipo necesita sentirse respaldado por su afición los 90 minutos. Pero también le diría que es importante que los aficionados para respaldar a su equipo se sientan contentos de lo que están haciendo sus jugadores -muy bien pagados por cierto-. Demasiado en algunos. Y salvo el partido en Mónaco y el sobreesfuerzo ante Madrid y Barcelona no han dado más. Hay que darle un motivo a la afición para que te ayude y el apoyo del público te lo tienes que ganar.
Por eso Mestalla se indigna. Y reitero que hacen falta fichajes. Pero tampoco me gusta cambios y fichajes para callar bocas, sin previsión ni planificación. Pan y circo para la masa no me va. A largo plazo, ya sabemos como suele acabar eso.