VALÈNCIA. "Me siento un veterano viendo a los chavales", comentó Pepelu recientemente. El centrocampista de Dénia, de sólo 25 años, es el líder de un Valencia en el que todo es precoz. La naturaleza no da saltos, excepto en el club del murciélago, donde, contra todo pronóstico, los productos de la factoría de Paterna maduran antes. Es un efecto colateral del cambio climático que ha provocado Meriton Holdings en el club y mérito, exclusivo, por supuesto, del talento de los jóvenes y de Rubén Baraja.
La medalla es para la solapa del Pipo por mucho que Miguel Ángel Corona y Javier Solís se la adjudiquen a la deficiente planificación deportiva en esas entrevistas previas a los partidos en las que salen mojados en aceite de masaje y en descrédito.
Poco tardó el club para alardear de cantera cuando el CIES Football Observatory, un centro de estudio de datos y estadísticas ubicado en Suiza, lanzó un informe en el que daba el podio de las mejores academias de fútbol de Europa atendiendo al número de futbolistas que disputan las 5 grandes ligas del continente, esto es, Inglaterra, España, Alemania, Italia y Francia. Detrás del Real Madrid, FC Barcelona y Olympique de Lyon, en cuarto lugar, está la del Valencia CF en Paterna.
"Buena parte de esos 29 jugadores compiten actualmente en el Valencia CF: José Luis Gayà, Hugo Guillamón, Jesús Vázquez, Cristian Rivero, Javi Guerra, Mario Domínguez, Cristhian Mosquera, César Tárrega, Fran Pérez, Pablo Gozálbez y Hugo González", destacó el Valencia en una nota de prensa, puntualizando, con razón, que en el informe, los suizos se habían olvidando de Rubén Iranzo, Yellu y de Yarek. Tampoco están incluidos Diego López o Alberto Marí, que no cumplen el criterio UEFA de haber estado 3 campañas en la entidad, entre los 15 y los 21 años.
Esa condecoración a la labor en el semillero de Paterna no sé quién se la colgará porque directores han desfilado unos cuantos, pero en Paterna y en la carretera siempre ha estado a pie de obra José Jiménez, y si revisáramos los informes de captación, a pie de página en la mayoría de ocasiones encontraríamos su firma. El Valencia, con más o menos recursos, como es el caso, ha ganado mucho dinero con los productos de su factoría en Paterna y en la captación siempre ha tenido el mismo sabueso. Y lleva la friolera de 27 años buscando talento.
Una cosa que no dice el CIES es que el Valencia acaba regalando a sus mejores canteranos o malvendiéndolos. Ya sabéis de quiénes hablo, ¿verdad?
Disfrutemos de la zancada del elegante Javi Guerra, del guaje pícaro Diego López y del retador del tupé Fran Pérez. También de Mosquera, que con esa cara de hombretón, sólo tiene 19 añitos. Si se coge el central, y lleva ese camino, a Meriton le habrá tocado el gordo de Navidad. Igual que le sucedió con CVC.
Todos ellos liderados por el flequillo del 'veterano' Pepelu, el metrónomo del Valencia CF que lleva ritmo de selección, ¿qué pensáis?
Cuatro canteranos con continuidad, adaptación inmediata, buena respuesta, y roles de titular en el primer equipo. La cuadratura del círculo.
Insisto, de casualidad, por necesidad, y gracias a la valentía y al olfato de Baraja. Nada que ver con los que fardan de canteranos y de planificación cuando se los han encontrado. Ese jardín de infancia es cosa del Pipo.
La cuestión es la siguiente. Con ese caudal de pequeños genios, un club al uso ya estaría trabajando para levantar el año siguiente una plantilla basada en ellos, rodeándolos de mejores piezas. Incluso pensando en venderlos, primero deberían revalorizarse en su club. Se llama proyecto y dirección deportiva... No os pregunto, porque ya sabéis qué sucederá aquí.
El ascenso de los niños maravilla de Paterna me lleva a la siguiente reflexión. ¿Cuántos de esos jugadores se han perdido en otro contexto de club más boyante? Supongo que todos tendréis en mente a unos cuantos. Futbolistas con el mismo talento que se olvidaron porque no hubo necesidad económica de mirar en la cantera y nunca se apostó por ellos, y se convirtieron en jornaleros del fútbol en categorías secundarias o en activos invisibles de clubes menores.
Hay muchos. Niños perdidos del fútbol. El puto fútbol y sus cosas.
Javi, Diego, Fran y Cristhian han tenido suerte. El contexto de club los necesitaba. Toca divertirse con su juego hasta que la voracidad de Meriton nos los arrebate. Vivir al día bajo el gobierno de Singapur porque el pasado angustia, por inalcanzable, y el futuro es sombrío.