CASTELLÓ. El modelo de juego que ha implantado el Castellón esta temporada tuvo un examen importante el pasado domingo frente a un rival directo como el Ibiza. El resultado final no fue el deseado, pero el paso de los orelluts por el Estadio de Can Misses ha dejado un balance esperanzador de cara al resto de la temporada.
Los de la Plana, fieles a su estilo, llevaron la iniciativa y dispusieron de varias opciones claras para marcar. No las aprovecharon, cosa que sí hizo su rival en las pocas que tuvo.
Una de las conclusiones más significativas de este encuentro es que el Ibiza estuvo a merced del Castellón desde el primer minuto. Todo lo que ocurrió hasta el segundo gol local dependió de los albinegros. Los celestes plantearon el partido conscientes del poderío ofensivo de los castellonenses y jugaron muy atrás, esperando el error ajeno para sorprender en una transición. Les salió bien con la pérdida de balón que dio lugar al 1-0, pero dependieron más de su rival que de su propio juego.
El Ibiza ya ha jugado así en otras ocasiones esta temporada, de modo que habrá que comprobar la sostenibilidad de este modelo cuando la Liga esté más avanzada, en ese codo a codo que los isleños esperan mantener con el Castellón por el ascenso directo.
Otro aspecto a tener en consideración es que el fútbol ofensivo del conjunto albinegro está plenamente implantado como marca de club. Schreuder lo dejó claro en un partido de esta trascendencia, donde el empate habría tenido un gran valor. Pero la ambición con que está dotada la mentalidad del Castellón le llevó a buscar la victoria desde el principio, sin importar circunstancias ni entidad del rival.
Esta filosofía, que en Can Misses no le ha salido rentable al equipo de la Plana, le ha aportado mucho en jornadas anteriores y apunta a ser relevante a largo plazo. “Estamos en el buen camino”, subrayó Schreuder tras la derrota del domingo.
