Elche y Deportivo Alcoyano, víctimas colaterales del COVID-19

VALÈNCIA. El Elche CF y el Deportivo Alcoyano, dos de los clubes más representativos del fútbol alicantino, están siendo víctimas colaterales del coronavirus, ya que sus aspiraciones deportivas se han visto atrapadas como consecuencia de parón y posterior alteración de las competiciones que ha provocado la pandemia.

Ambos equipos habían completado hasta marzo una excelente temporada y mantuvieron, con más o menos problemas, el tipo hasta la reanudación, pero la aparición de casos positivos en sus rivales y la ausencia de un protocolo claro al que acogerse en caso de contagio múltiple les han impedido culminar aún la temporada.

El Elche entró en el confinamiento como sexto clasificado y con sus opciones de disputar la promoción de ascenso intactas. Tras la reanudación, su rendimiento fue irregular, aunque suficiente para llegar a la penúltima jornada del campeonato en zona de playoff de ascenso.

Perdió la plaza en Fuenlabrada en favor del equipo madrileño, pero la recuperó en la última fecha tras vencer al Oviedo y no poder disputar su máximo rival su partido en La Coruña tras sufrir varios positivos en su plantilla.

Desde entonces, hace ya dos semanas, el Elche mantiene un pulso legal por hacer valer su posición como equipo de playoff frente al Fuenlabrada, al que acusa, tras una guerra de comunicados, de negligencia médica y para el que pide que se le dé por perdido su partido en Riazor.

Mientras tanto, la plantilla del equipo ilicitano ha seguido entrenando con la mente puesta en la fase de ascenso a Segunda y en una posible eliminatoria frente al Real Zaragoza, si bien el grupo ha pasado por diferentes estados de ánimo durante las últimas fechas.

Del optimismo inicial se ha pasado a la indignación y el hastío, ya que el grupo continúa ejercitándose sin saber si finalmente podrá jugar o todo el trabajo realizado durante estas últimas semanas no servirá para nada.

También está desconcertado el Alcoyano, campeón del grupo VI de Tercera, al que más de cuatro meses después del parón le tocó jugarse el ascenso en unas eliminatorias sin red ante Intercity y Atzeneta.

El conjunto de El Collao pasó el primer corte pese a empatar, pero no el segundo, por lo que se vio obligado a acudir a una repesca de campeones en Madrid el pasado fin de semana, interrumpida por varios casos positivos en una de las plantillas de los equipos implicados en esta fase de ascenso.

El equipo que entrena Vicente Parras tuvo que regresar a Alcoy sin saber qué sucederá a partir de ahora y si se podrá disputar la fase de ascenso y, sobre todo, en qué fechas.

Al igual que el Elche, el Alcoyano se vio obligado a prolongar los contratos de jugadores y cuerpo técnico para poder competir en estas fechas, pero la realidad es que a un mes del pretendido inicio de la próxima temporada tampoco sabe en qué categoría militará, con el consiguiente perjuicio en la planificación deportiva e incertidumbre económica.

Toda la incertidumbre que trajo la pandemia para Elche y Alcoyano, al que el virus cortó las alas, mutó en alivio para Hércules y Orihuela, los dos otros históricos del fútbol provincial, al que el parón de la competición y su posterior suspensión rescataron de una situación crítica cuando estaban camino del descenso a Tercera.