ALICANTE. No tuvo problema en prescindir del director deportivo a una semana para el cierre de la ventana de fichajes de verano y tampoco lo tenía este domingo para hacer lo propio con el técnico.
Christian Bragarnik destituía a Fran Escribá minutos después de la derrota por 0-3 encajada por el Elche a manos del Real Betis, en un partido en el que los franjiverdes firmaron una espantosa primera media hora de juego, en la que encajaron tres goles y protagonizaron errores impropios de la categoría.
El dueño del Elche y 'de la pelota' hizo justicia a su fama al poner fin a la segunda etapa del técnico valenciano en el banquillo local del estadio Martínez Valero, no obstante no ser este más responsable que sus jugadores de la crisis de juego y resultados que atraviesa el equipo: es verdad que hace semanas que Elche, en ese afán de Escribá por evolucionar hacia un sistema y estilo de juego más propicio para alguno de los fichajes, había perdido algunos de sus rasgos más característicos y, especialmente, preciados como el de la seguridad defensiva, pero no era el valenciano y sí Johan Mojica, Antonio Barragán y Pedro Bigas, por poner solo tres ejemplos, los que cometían errores groseros este domingo que costaban goles y puntos al equipo.
Una de las máximas del fútbol, la de que "la cuerda se rompe siempre por el lado más débil" volvió a cumplirse este domingo. No cuesta mucho imaginarse a Escribá espetarle en las entrañas del Martínez Valero a Bragarnik eso de "se puede comprar un club, pero no el cariño de la gente", que luego no dudó un segundo en utilizar en la sala de prensa para iniciar su comparecencia de despedida. Era evidente que el técnico no había encajado bien su destitución, como también que hacía tiempo que el distanciamiento entre él y Bragarnik era una hecho, especialmente desde que los resultados dejaron de respaldar a Escribá en la toma de algunas decisiones que afectaban, especialmente, a jugadores representados por el argentino o que habían recalado en el Elche de su mano.
Por unas horas el club franjiverde, que no cuenta con director deportivo desde la penúltima semana de agosto, estará también sin entrenador. La identidad del recambio de Escribá solo la conoce Bragarnik. Cuando prescindió de Jorge Almirón (porque este no dimitió como él anunció, fue despedido), el dueño de la pelota sorprendió a propios y extraños optando como recambio por un técnico que no solo no era de los 'suyos', es que sí conocía LaLiga. Ahora cuesta creer que vaya a repetir decisión. Precisamente por eso el nombre de Hernán Jorge Crespo se abría paso entre los futuribles este domingo: el exfutbolista y ahora técnico se encuentra sin equipo tras su paso por el Sao Paulo y está representado por Bragarnik.
No tardaremos mucho en confirmar si el argentino es el elegido porque el equipo tiene en siete días un partido muy importante en Pamplona y cuanto antes ha de prepararlo a las órdenes del nuevo técnico.
Por cierto, de lo que ya no hay duda es de que Bragarnik (y buena parte de su entorno) está convencido de que hay plantilla para mantener la categoría sin pasar tantos apuros.