Hoy es 14 de octubre
VILA-REAL. El Villarreal ya no es aquel equipo que debutó en Primera División hace 25 años, aquel club de un pequeño pueblo de Castellón, instalado hasta el momento en divisiones inferiores, que muy pocos conocían a nivel nacional. Hace tiempo que dejó de serlo, acostumbrado ya a ocupar los puestos más altos de LaLiga y a participar en competiciones europeas. Incluso hasta el punto de convertirse en, se dice pronto, doble semifinalista de la Champions League y campeón de la Europa League en 2021.
Sin embargo, Fernando Roig, a los mandos del timón del Submarino desde 1997, no olvida los humildes orígenes del equipo. Por eso continúa celebrando año tras año el tradicional brindis por la permanencia cuando el Villarreal alcanza la cifra de 42 puntos que, virtualmente, certifica su presencia una temporada más en lo más alto del fútbol español.
Este acto se celebró en la tarde de este miércoles en el palco VIP del Estadio de la Cerámica después de que el Villarreal, tras vencer a Real Sociedad y Real Madrid en la última semana, superara por cinco puntos el objetivo de los 42. De esta forma, el conjunto de Vila-real certifica la que será su 24ª temporada en la máxima categoría del fútbol español. El acto, encabezado por el presidente de la entidad amarilla, también contó con la presencia del consejero delegado Fernando Roig Negueroles, el jugador del primer equipo Pau Torres, el presidente de la Agrupació de Penyes del Villarreal, Javier Pérez, y con distintos miembros de esta.
En el acto hubo un nombre que estuvo presente en todo momento: el de José Manuel Llaneza, una figura esencial que siempre estuvo presente en los brindis por la permanencia hasta su fallecimiento el pasado 20 de octubre y que siempre fue un firme defensor del brindis por la permanencia. Varios de sus familiares también estuvieron en la tarde de este miércoles en la ceremonia, pronunciaron unas palabras de gratitud y reconocimiento y recibieron una peana con una foto del que fue vicepresidente amarillo junto al trofeo de la Europa League en su honor.
No es extraño escuchar a Fernando Roig declarar que el principal objetivo del Villarreal cada año es la permanencia. Volvió a hacerlo en La Cerámica: "El título es que el año que viene jugaremos en Primera División". No obstante, desde que ascendió por última vez en 2013, el cuadro groguet solo ha bajado de la séptima posición en la temporada 2018/2019, en la que terminó como décimo cuarto clasificado.
Poniendo la lupa sobre la temporada actual, lo cierto es que tras una campaña llena de altibajos (salida de Emery, comienzo complicado de Setién, numerosas e importantes lesiones...) el Villarreal se encuentra en una muy buena situación a falta de diez jornadas.
Los de Quique Setién son quintos, a cuatro puntos de la Champions que marca la Real Sociedad, y se encuentran en un momento de forma excelso con un empate y cinco victorias en las últimas seis jornadas, la última nada menos que en el Santiago Bernabéu. Roig se refirió a dicho triunfo y comentó que, si no hubiese sido por el VAR, su equipo habría perdido por 3-1. Es por eso que el objetivo, una vez conseguido el de la permanencia, no es otro que volver a escuchar el himno de la máxima competición europea de clubes el próximo mes de septiembre en el Estadio de la Cerámica. Algo que repercutiría, además, de forma muy positiva en las arcas del club.
Así lo dejó entrever Pau Torres, quien declaró que el Villarreal no debe olvidar de donde viene pero también dejó claro que los objetivos actuales de la plantilla "son mucho más altos que la permanencia". "Estamos de puta madre", valoró Fernando Roig antes de cerrar el acto realizando un brindis "por toda la afición, por el objetivo que hemos conseguido, por José Manuel y porque nos vaya muy bien".