el nuevo entrenador del levante atiende a plazadeportiva.com

Javi Pereira: "Temí por mi llegada al Levante ante la presión que tenía el club" 

El técnico pacense se sincera: "Si no me esperas por cinco días de retraso, es que no te interesa que venga, pero el Levante siempre quiso aguantar"

22/10/2021 - 

VALÈNCIA. Javi Pereira dejó todo en China cuando le llamó el Levante. El nuevo inquilino del banquillo de Orriols tuvo muy claro desde el principio que quería volver a Valencia. Y lo hizo con ideas diferentes bajo el brazo. Dejó un proyecto querido en el Henan Jianye y vivió con tensión y de madrugada la batalla contra las restricciones sanitarias asiáticas para poder entrenar cuanto antes, esta vez en primera línea, en el Ciutat de València. Ya lo hizo como segundo de Juan Ignacio Martínez hace diez años y desde entonces el club ha cambiado mucho.

Casi tanto como lo que el pacense quiere hacer mutar a este Levante. Pereira atiende a Plaza Deportiva y Plaza Radio para hablar de la filosofía que ha de levantar de una vez el vuelo de los suyos, de un overbooking en su plantilla que incordiaba en los planes del anterior cuerpo técnico y una gestión de vestuario que también entablará diferencias con el pasado. Pereira es "un tipo tranquilo" y a la vez un culo inquieto. Un entrenador que, en sus propias palabras, no se sienta sobre sus contratos pero que tiene ante sí la responsabilidad de sacar al Levante de un agujero. 

Pregunta: ¿Cómo están siendo los primeros días como entrenador del Levante?

Respuesta: Me faltan horas al día. Parece que todo va muy deprisa, muy acelerado. Quieres hacer muchas cosas, desde atender a los medios de comunicación hasta pasar en Buñol desde la mañana a las 8 de la tarde. Porque tengo dos equipos: el Levante y después mi staff. Me he encontrado al club cambiado incluso en eso desde que me marché. Ya se puede comer allí, así que desayunamos y pasamos el día en el training ground, tratando de dirigir al equipo y con otro ojo en el rival.

P: ¿Cómo desconecta Javi Pereira fuera del banquillo?

R: Acabo de llegar. Es una época difícil para desconectar, pero soy una persona tranquila. Me gusta vivir en el centro de Valencia, tomarme un café en una terraza en mis 20 minutos de deconexión, hablar con gente de algo que no sea fútbol y después me gusta hacer deporte. Como la espalda no me funciona bien, hago natación. Y ahora estoy con la mudanza e intentando encontrar una vivienda aquí. Todavía estoy en fase de adaptación.

P: El miércoles se conmemoraron los 10 años del histórico liderato del Levante en La Liga, en el que fuiste segundo de Juan Ignacio Martínez. ¿Cómo recuerdas aquella época y qué diferencias has visto respecto al club de entonces?

R: En la parte interna del equipo, este es muy diferente al que teníamos en 2011, pero no en el compromiso y el trabajo de cada día, que eso es igual y forma parte del ADN del Levante. Por la filosofía del club, la implicación de los jugadores es máxima y en eso es fácilmente reconocible aquí. No hay reglas, los jugadores están a full por sacar esta situación adelante. Donde noto diferencias es en la parte externa, en las facilities, campos, Ciudad Deportiva, personal... aunque hay muchas caras familiares, cada departamento ha crecido mucho. Ha ido creciendo sobre una base y te encuentras con un club asentado en la máxima categoría.

P: ¿Cómo vivió Javi Pereira una situación en la que, siendo oficialmente entrenador del Levante, no pudo salir de China por las restricciones sanitarias del país aun intentándolo por todos los medios?

R: Cuando el Levante se pone en contacto conmigo lo primero que me pregunta es si yo puedo romper mi contrato con el Henan Jianye. Y podía. A mi contrato le quedaban tres meses y había dos maneras de terminarlo: hablando con mi club o con dinero. Si el plan A no funcionaba, hubiéramos pasado al B, pero yo tenía buena relación con mi club y hablé con él. Y le dije al Levante que iba a salir sí o sí. Se da la situación de que estamos en época de covid y creo que cualquiera puede entender mi tardanza para aterrizar en Valencia. Perdí entrenamientos, pero ningún partido. También se te puede caer tu mejor jugador por coger el virus y no jugar un encuentro. Tenemos que entenderlo. En cualquier otro tiempo fuera de la época covid, no sería normal que un entrenador tardara una semana en llegar. Pero en esta situación y en China, es lógico. Por un momento, ante la presión que tenía el club, temí por mi llegada, porque de madrugada me llegaba lo que pasaba en Valencia y por la mañana tenía que tratar con los propietarios de mi club chino, que no son como los presidentes al uso, sino grandes empresarios que no están a tu disposición y has de dar pasos intermedios.

P: Perdió una semana entera de entrenamientos...

Perdí tres o cuatro sesiones y se creó demasiada alarma. Quique Sánchez Flores hizo diez entrenamientos, y ves el partido contra el Getafe y no hay grandes diferencias de recursos. Y después, sinceramente, si a mí el Levante me dice que no me espera por llegar cinco días tarde, yo hubiera pensado que es una visión muy corta de un plan de futuro. Porque estoy firmando para 30 jornadas y si por cinco días no me esperas, significa que ni al club ni a Pereira les interesa unirse. Sería un proyecto muy corto de miras. Una vez el Levante decide que yo soy el entrenador ideal para esta época, creo que por unos días de retraso no pasa nada. Y yo hubiera sido el primero que hubiera pensado que no soy el entrenador idóneo para este club si no me hubiese esperado. La responsabilidad de llegar tarde es mía por causas de fuerza mayor, pero el club me dio total apoyo. Tenían claro que me iban a esperar.

P: Con todo, esta es la oportunidad más importante de tu carrera ¿es una presión añadida?

R: Yo me lo tomo más como un reto, no como una situación de ego por ser entrenador de Primera División. Tengo 55 años, he entrenado en muchas partes del mundo... Hay gente que puede creer que en el Levante me puedo agarrar a una oportunidad y engrandecer mi trayectoria, pero no lo miro de esa manera. Ya pasé, aunque fuese como asistente, más de 100 partidos aquí, he jugado fase de clasificación a Champions League con el Maccabi Tel Aviv... Y estoy en una fase de madurez en que no necesito alimentar mi ego por ser entrenador en La Liga. Así que es un reto, con mucha responsabilidad por sacar una situación difícil y por cumplir con las expectativas, pero no creo que esto vaya a cambiar mi vida a nivel personal. Yo voy a seguir trabajando, si no es aquí será en otro sitio. Tengo mercado abierto en Inglaterra, pero a mí me gustan los retos. No me gusta sentarme en mi contrato. Ya lo hice en el Fulham, cuando tenía dos años de director deportivo y con la pandemia podría haber trabajado incluso desde casa. Les dije que me quería marchar porque tenía el proyecto de China. Y ahora igual. Lo fácil hubiera sido quedarme en el Henan Jianye, en un sitio donde me respetaban, y terminar mi contrato. Pero te llama el Levante y me muevo por la pasión. Y por mi instinto. Me ha ido bien así.

P: Pereira ha seguido al Levante desde la distancia. ¿Ha detectado que el equipo tenía un problema defensivo? Porque, hasta el sábado, el Levante llevaba seis meses sin dejar la portería a cero...

R: La realidad es que si tú encajas en todos los partidos, se te hace muy cuesta arriba porque ya sabes que vas a tener que marcar dos goles para ganar. Pero si solo focalizas el partido con el objetivo de mantener la portería a cero, no estás acertado, porque hay tanta calidad en La Liga que por mucho orden que tengas, algún jugador te lo desmonta por un acto de creatividad. Pero es que hay otra cosa, que no dice Pereira ni nadie, y es que si tienes un coeficiente de goles en contra elevado no vas a permanecer en Primera División al 100%. Tenemos que reducir nuestro coeficiente entre goles a favor y en contra, y uno de los pasos para poder ganar partidos, más allá de la puerta a cero, es coger cierta solidez defensiva sin quedarte corto en ataque.

P: Otra de las aristas de este Levante es el overbooking de futbolistas en el primer equipo. Son 28 contando a Hernani y eso para Paco López era un problema...

R: Para mí no lo es. Cuantas más herramientas, mejor. Más recursos y más variedad. Si no molesta en la organiación del entrenamiento -y no molesta, aunque tampoco he tenido a todos los jugadores disponibles por las lesiones-, no es un problema. Es un número que se puede manejar. Son dos futbolistas por posición, incluso alguno más en ciertas demarcaciones. No hay un número ideal, no me molesta y lo veo como una virtud.

P: ¿No supone un problema a la hora de entrar en el equipo titular? Pereira ha dicho que es complicado acceder a su once. ¿Complica eso la gestión del día a día?

R: Yo creo que el futbolista sabe que las plantillas son grandes hoy en día y hay que esperar el momento. Cuando digo que no voy a rotar lo que quiero es despertar una competencia sana. El objetivo es encontrar poco a poco asociaciones dentro del campo y un once ideal. A partir de que catorce o quince jugadores formen una base, los que no juegan habitualmente se acomodan mejor. Sin embargo, si en cada choque toco todas las posiciones y altero todas las líneas, ni yo mismo tengo un análisis claro de lo que funciona y lo que no. Yo toco las piezas poco a poco y juzgo a los futbolistas por trayectorias, no por su acierto o desacierto en un partido. Creo, por ejemplo, que la pareja de centrales ha de estar coordinada: no busco un central que sea muy bueno, sino una pareja de centrales que se entienda. O, por ejemplo, cuando Miramón juega con De Frutos no es lo mismo que si lo hace con Pablo Martínez, porque uno quiere la pelota al espacio y el otro la quiere dentro. Cualquier cambio, aunque sea mínimo, cambia la estructura del equipo. Todo el mundo tiene cabida, pero no soy de rotar por contentar. Si el Levante consigue resultados, mantendré el bloque. Si no, tendré que ir tocando piezas.

P: ¿Y cómo llega el equipo para conseguir resultados con el calendario que se le viene encima?

R: Los dos próximos rivales son poderosos, es verdad, pero tenemos que enfrentarlos día a día. Va a ser igual de difícil el Granada o el Alavés, que el Sevilla o el Atlético. Lo que marca la dificultad es el desarrollo del partido. Equipos como el Sevilla tienen jugadores que te pueden lastimar más, pero lo que marcará todo se verá el domingo a las dos de la tarde. Tenemos que ir al Pizjuán con la esperanza de que se puede hincar el diente.

P: Y para terminar e hincar el diente... ¿Jamón de Extremadura o una buena paella valenciana?

R: Pues una buena mezcla. Platito de jamón y detrás el arroz. Lo que sí que digo es que el jamón de Extremadura es el mejor del mundo. Y que comer aquí una paella es un problema, porque después no la puedes comer en ningún sitio más.


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