VALÈNCIA (EFE). El entrenador del Valencia Basket, Jaume Ponsarnau, lamentó la derrota sufrida este miércoles ante el Zalgiris Kaunas en la Fonteta pero subrayó el compromiso de los jugadores para pelear hasta el final por una victoria que se les escapó con una canasta sobre la bocina.
“La segunda parte ha sido de remar y hemos tenido el premio de tener opciones fruto del trabajo y del compromiso del equipo y de encontrar en la rotación jugadores con mucha energía mentalidad”, destacó el técnico.
El entrenador del conjunto valenciano destacó que en el “cara o cruz” tuvieron “algo de suerte” para remontar siete puntos y ponerse por delante a falta de tres segundos, y “mala suerte” por recibir esa última canasta de Marius Grigonis.
“El partido ha empezado con los dos equipos con mucho ritmo. Ellos en el segundo cuarto han sabido cómo atacarnos, han buscado nuestras debilidades y han sacado ventajas y han encontrado el triple El problema más grave de la primera parte es que no encontrábamos puntos fuertes en ataque”, lamentó Ponsarnau, que recalcó que el partido demuestra por qué el Zalgiris va tan bien en la Euroliga.
Por su parte, el entrenador del conjunto lituano, Martin Schiller, felicitó a sus jugadores por sacar adelante un partido “muy duro” y subrayó el “gran trabajo defensivo” que hizo su equipo para controlar el choque.