VALÈNCIA. En verano del 97, aterrizó en el Valencia CF un técnico y depurado futbolista que ya había demostrado en España una clase extraordinaria y una enorme capacidad para el trato de la pelota. Venía de formar parte del mejor Tenerife que haya visto el Heliodoro Rodríguez López: quién no recuerda aquella fantástica dupla en la medular, Fernando Redondo y Chemo del Solar, dos jugadores muy similares cuyo entendimiento sorprendió a propios y extraños allá por principios de la década de los 90. Aquel equipo, por cierto, tampoco se entendía sin otro exvalencianista: Juan Antonio Pizzi.
Por desgracia, la marcha de Jorge Valdano y la llegada de Claudio Ranieri (actual técnico del Watford) al banquillo de Mestalla dilapidaron todas las opciones del ilustre jugador peruano en un Valencia que, de la mano del general romano, empezaba a construir un sueño.
“Si Valdano te pide A, Ranieri te pide Z. Era otra idea totalmente diferente”
Chemo del Solar para Líbero
José Guillermo del Solar Álvarez-Calderón, más conocido como Chemo del Solar, nació y se crio a orillas del Pacífico. Pasó su infancia entre Lima y Chimbote y se formó futbolísticamente en uno de los grandes del fútbol peruano, Club Universitario de Deportes de Lima, y en Asociación Deportiva San Agustín, club este último en el que debutó en la máxima categoría del fútbol peruano en 1986, conquistando además el título de liga.
Tras un año de regreso en Universitario, donde sumó a su palmarés un nuevo título de liga, hizo las maletas para salir de su país por primera vez en su carrera y fichar por Universidad Católica de Chile. Fue en Santiago, la ciudad fundada por el conquistador español Pedro de Valdivia, donde Chemo empezó a mostrar sus enormes cualidades: se destapó como un centrocampista zurdo elegante, tácticamente inteligente, con personalidad, especialista a balón parado y con un buen juego aéreo gracias en parte a sus 187 centímetros de altura.
En un fútbol tan físico y canchero como el suramericano, este perfil de futbolista no suele pasar desapercibido para los clubes europeos. Jorge Valdano y Ángel Cappa, por aquel entonces a los mandos del CD Tenerife, pronto se fijaron en un jugador que mostraba ciertas similitudes con Fernando Redondo: un pivote con una zona de influencia muy amplia y con capacidad para dar ese primer pase de salida. Fue así como Chemo del Solar llegó a España y se convirtió en titular indiscutible en aquel mítico Tenerife de la década de los 90.
Fueron años inolvidables para los chicharreros, que vieron cómo su equipo pasearía por Europa el nombre de la isla durante aquella gloriosa década. El papel de Chemo durante los tres años como blanquiazul fue enorme. Su rendimiento le abrió las puertas de otro clásico de la época: la UD Salamanca de Juanma Lillo (segundo entrenador del Manchester City) primero y de Jorge D’Alessandro después. Un año después fichó por el Celta, que cerraría aquel verano del 96 una potente plantilla con incorporaciones de renombre como las de Aleksandr Mostovoy, Haim Revivo, el exvalencianista Mazinho o el guardameta galo Richard Dutruel.
Confeccionaba el Valencia en el año 97 una plantilla para soñar con todo. Quiso Jorge Valdano completar su equipo con la incorporación de Chemo para su centro del campo. Lo conocía muy bien de su etapa en el Tenerife y quería volver a sacar la mejor versión del peruano en Valencia. Sin embargo, el tempranero despido del técnico argentino a mitad de septiembre dio al traste con la relevancia del elegante zurdo en la rotación del equipo.
Llegó Claudio Ranieri, un técnico riguroso que no era tan partidario de que los centrocampistas tuvieran mucho tiempo la posesión del balón y mucha influencia en el juego. El romano pretendía construir un Valencia sólido desde la defensa y desarrollar mecanismos para que el balón llegara lo antes posible a los puntas, que debían tener la velocidad y el olfato para leer los huecos a la espalda de la defensa rival. Ese fútbol no era para Chemo, que tuvo que buscar suerte lejos de España después de su decepcionante experiencia en Valencia.
“El míster Ranieri siempre fue muy honesto y muy claro. Y me dijo que no iba a tener posibilidades de jugar"
Chemo del Solar para Depor
Se marchó al Besiktas para luego fichar por Universitario, Malinas belga y de nuevo Universitario, donde se retiró en 2002. La U es la institución futbolística más laureada del fútbol peruano, terreno que domina junto con los otros dos grandes: Alianza de Lima y Sporting Cristal. En su regreso al club estudiantil, Chemo sumó dos nuevos títulos de liga a su palmarés en 1999 y 2000.
Resulta imposible entender la trayectoria de Chemo sin hablar de su tremendo impacto en la selección peruana y el fútbol de su país. La Blanquirroja atravesó una crisis importante después del Mundial de 1982, especialmente en los 90, donde no tenía el nivel para competir en las Eliminatorias Sudamericanas hasta 1998, cuando se quedó fuera del Mundial de Francia por diferencia de goles.
El exvalencianista siempre fue un líder para la selección de su país en los buenos y en los malos momentos. En muchas convocatorias, era el único integrante que jugaba en Europa, y con la Blanquirroja disputó un total de 73 encuentros, en los que anotó 9 tantos. Se cargaba a su espalda el peso de un fútbol sumido en una gran crisis y se convirtió en el gran referente de Perú durante años.
“Desde el año 1989 hasta 1996, hubo una crisis muy grande en nuestro fútbol. Realmente no competíamos en Copa América y Eliminatorias. Yo sentía que no competíamos”
Chemo del Solar para El Bocón
Sin embargo, las cosas han cambiado en los últimos tiempos: Perú tiene opciones muy serias en unas Eliminatorias Sudamericanas que echan humo en la pelea por la clasificación para el Mundial de Qatar. Tras su presencia en la última cita mundialista, los hombres de Ricardo Gareca buscarán repetir éxito en base a un equipo más maduro y una generación de jugadores que acumula cierta experiencia en el fútbol europeo: André Carrillo (Al-Hilal), Gianluca Lapadula (Benevento), Sergio Peña (Malmo), Renato Tapia (Celta), Luis Advíncula (Boca Juniors), Luis Abram (Granada), Miguel Trauco (Saint-Étienne) o el veteranísimo Jefferson Farfán (Alianza de Lima).
“En España le echan agua a la cancha antes de jugar, la pelota va más rápido y te juegan al control y al pase. En Sudamérica todo era distinto”
Chemo del Solar para Líbero
La experiencia en Europa y el impacto de Chemo en el fútbol peruano siempre hicieron presagiar una larga y exitosa carrera como técnico. Dirigió en sus inicios como entrenador a Colón de Santa Fe en Argentina y a Sporting Cristal, donde conquistó el campeonato de liga en 2005, para luego sentarse en el siempre complicado banquillo de la selección entre 2007 y 2010. Más tarde, dirigió a Universitario, Universidad San Martín de Porres (USMP) y de nuevo Sporting Cristal para convertirse, en enero de 2018, en el actual técnico de Club Deportivo Universidad César Vallejo: un club fundado en 1996 que es propiedad del influyente político y empresario peruano César Acuña.
Chemo del Solar: una leyenda viva del fútbol peruano que exhibió su mejor fútbol en Tenerife pero pasó por Valencia sin pasear su elegancia con el balón en los pies. Un exquisito mediocentro que se convirtió en líder e icono de su país y que, a sus 54 años, ya es un técnico de prestigio y una voz autorizada en el fútbol de Suramérica. Quién sabe, quizá algún día su carrera le dé la oportunidad de pisar de nuevo Mestalla, uno de los pocos templos que nunca pudo conquistar.