VALÈNCIA. Durante la época clásica y el Renacimiento, todo gran proyecto llevaba la firma de su maestro, de su genio. Allá por 1997, desde la tierra que vio nacer a Miguel Ángel y Leonardo Da Vinci, llegó a Valencia un desconocido y risueño entrenador que resultó traer consigo los cimientos y los planos para la construcción de un equipo ganador. En los más de 100 años de historia del Valencia CF, un capítulo nuevo empieza con la llegada de Claudio Ranieri: el técnico que marcó el camino del éxito y que puso la primera piedra de la época más exitosa en la historia reciente del club.
Nacido en el seno de una familia de carniceros en Roma, Claudio Ranieri debutó como jugador de Serie A con los giallorossi allá por 1973. Pasó por la US Catanzaro y el Catania, para terminar retirándose en el Palermo en 1986, el año del Mundial que encumbró a Diego Armando Maradona.
Sin embargo, el fútbol nunca abandonó la vida del romano y, ese mismo verano, asumió la dirección técnica de la Vigor Lamezia Calcio. Pasó por la AS Puteolana y en verano del 88 recaló en el Cagliari, donde Claudio Ranieri es toda una institución: ascendió al equipo desde la serie C1 (tercera categoría del fútbol italiano) a la serie A en dos años. Sus logros llamaron la atención de un Nápoles luchaba por adaptarse a la reciente baja de Maradona a causa de la que sería su primera sanción por dopaje: el positivo por cocaína de marzo de 1991.
Tras su etapa en Nápoles, Ranieri recaló en la Fiorentina en verano del 93. Fueron cuatro años mágicos para un equipo viola que, con el técnico al frente, lograron el ansiado ascenso a Serie A y la consecución de una Copa y una Supercopa de Italia gracias a la espectacular aportación de mitos como el guardameta Francesco Toldo, Il Maestro Rui Costa o el gran Gabriel Batistuta.
El mercado internacional se abrió y, en septiembre de 1997, el cotizado preparador italiano aterrizó en Valencia para sustituir a Jorge Valdano, que terminó pagando un paupérrimo inicio de temporada de los de Mestalla. Con Ranieri, el equipo enderezaría el rumbo aquel año para disputar la Intertoto el verano siguiente y sacar su pasaporte para la Copa de la UEFA.
En su segunda temporada en Valencia, el apodado como Il Padrino clasificaría al equipo para la Champions League y levantaría la Copa del Rey en aquella recordada final de la Cartuja, en Sevilla, tierra que ha visto al Valencia coronarse en más de una ocasión. En aquel campeonato copero, el Valencia arrolló sin miramientos a FC Barcelona, Real Madrid y Atlético de Madrid para levantar el primer título que rompía con 20 largos años de sequía.
Claudio Ranieri plasmó en Valencia una idea de juego que terminó por convertirse en la seña de identidad de un equipo, incluso durante los años posteriores a su marcha: primaba ante todo una estructura compacta sobre el césped, una gran fiabilidad defensiva, solidaridad en la presión, líneas juntas y un dispositivo siempre preparado para lanzar demoledoras transiciones ofensivas que sufrió particularmente el FC Barcelona de Louis Van Gaal. El Valencia tenía los jugadores ideales para tal fin: Cañizares, Carboni, Angloma, Mendieta, Farinós, Angulo, Ilie y, sobre todo, Claudio “el Piojo” López.
"Generamos una buena idea de fútbol y afortunadamente contamos con buenos futbolistas para hacer grande al Valencia"
Claudio Ranieri
Menos suerte tuvo el italiano en su segunda etapa en Valencia, allá por 2004. Tras su mala experiencia en el Atlético de Madrid y su buen papel en el Chelsea, donde llevó al equipo a semifinales de Champions League, volvió para enfrentarse al reto de hacer olvidar a Rafa Benítez. Segundas partes nunca fueron buenas: el equipo levantó la Supercopa de Europa en Mónaco frente al Oporto, pero la temporada fue a peor tras un buen inicio y Ranieri fue cesado en febrero, con el equipo eliminado de Champions League y Copa de la UEFA.
Dos años de parón precedieron la vuelta del exvalencianista al fútbol italiano: Parma, Juventus, Roma e Inter dejaron su timón en manos del romano. Salvó del descenso al Parma, dirigió a la Vecchia Signora en su vuelta a la Serie A tras su descenso por el caso “Calciopoli” y llevó a la Roma, el equipo de sus amores, a una final de Copa y un subcampeonato de liga.
Más tarde, dos buenos años en Mónaco, con un ascenso y un subcampeonato de Ligue 1 solo por detrás del multimillonario PSG, y una pobre y corta trayectoria como seleccionador de Grecia precedieron su llegada a la Premier League en 2015 de la mano del Leicester City.
Es quizá la historia más fascinante jamás contada en el mundo del fútbol. Un sueño que se hizo realidad y cuyas imágenes quedarán grabadas para siempre en los anales de la historia de este deporte. El modesto e histórico Leicester City, que había ascendido a Premier League en la temporada 2013/2014 y había conseguido mantener la categoría el año siguiente, mantuvo el pulso con de los poderosos bajo la batuta del técnico exvalencianista y alzó, contra todos los pronósticos, el título de la Premier League el lunes 2 de mayo de 2016.
Fiel al estilo Ranieri y aderezado con el talento y el despliegue de jugadores como N’Golo Kanté (Chelsea), Riyad Mahrez (Manchester City), Shinji Okazaki (Huesca) y uno de los mejores delanteros de la historia del fútbol inglés, Jamie Vardy (todavía en Leicester), los Foxes supieron aguantar el ritmo de Arsenal, Tottenham, Manchester City y Manchester United y finiquitaron la Premier en un fantástico rush final para escribir el capítulo dorado de su historia y poner el mundo del fútbol patas arriba.
A pesar de todo, el fútbol nunca entendió de lógica ni agua pasada, y la temporada siguiente los malos resultados obligaron a la directiva a cesar en febrero al técnico que tanto les había dado. Durante los años posteriores, Ranieri pasó por Nantes, Fulham y de nuevo Roma en períodos nunca mayores a un año.
En la actualidad, y con 69 años, el técnico que marcó el camino para el mejor Valencia de la historia dirige a la Sampdoria desde octubre de 2019. El club que en su día formara un equipo temible en Italia y Europa ha encontrado en la filosofía del romano un pilar a partir del cual crecer y mantener la competitividad en Serie A. Los de Génova son un equipo made in Ranieri, construido a partir del trabajo en bloque y la solidez defensiva, y que cuenta con una resultona mezcla de veteranía y juventud: Fabio Quagliarella y Antonio Candreva, dos jugadores que han sido mundialistas con Italia, son espejos para jóvenes como el danés Mikkel Damsgaard, el checo Jakub Jankto y un internacional senegalés nacido en Arbúcies (Gerona): Keita Baldé.
Con una carrera repleta de momentos complicados y éxitos irrepetibles, Claudio Ranieri es historia viva del Valencia CF. En la actualidad, la solidez defensiva, y que cuenta con una resultona se mantiene fiel a su estilo en un histórico banquillo del Calcio.
Grazie Claudio.
"Fue una experiencia bellísima"
Claudio Ranieri para La Gazzeta dello Sport