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VALÈNCIA. Se divisa mucho fútbol en el horizonte del grupo C de la próxima Eurocopa que arrancará en Alemania en poco más de un par de meses. Uno de los grandes favoritos, Inglaterra, se sentará a la mesa con tres invitados que pueden salir respondones y le pueden causar alguna indigestión. Sin los galones de los ingleses, Serbia y Dinamarca se batirán a priori por el segundo puesto con permiso de una Eslovenia que no tiene nada que perder.
Excepto la portería, el clásico talón de Aquiles de los Pross, Gareth Southgate tiene a su disposición un elenco de futbolistas más propio de un juego de videoconsola que de la pura realidad. Bendito problema se encontrará ell técnico de Watford para diseñar un once que no deje fuera a verdaderas estrellas del panorama futbolístico actual. Y es que posiblemente hablamos, jugador por jugador, de la mejor selección del mundo en este momento. Sin embargo, en el fútbol no siempre se cumplen los pronósticos y, tras perder en Wembley la última final ante Italia en la tanda de penaltis, el país que inventó este deporte intentará por fin levantar un gran campeonato desde que se proclamara campeona del mundo allá por 1966.
El primer escollo lo pondrá el 16 de junio en Gelsenkirchen un combinado que ha estado en los dos últimos Mundiales y llega a la cita con una generación más labrada y con cierto grado de experiencia. El verdugo de España en el Mundial de Italia’90, Dragan Stojkovic, dirige un sólido combinado serbio con futbolistas como el meta Djordje Petrovic (Chelsea), Strahinja Pavlovic (Red Bull Salzburgo), Nikola Milenkovic (Fiorentina), los líderes Aleksandar Mitrovic y Sergej Milinkovic-Savic (Al-Hilal), Lazar Samardzic (Udinese), Filip Kostic (Juventus) o el exgranota Sasa Lukic (Fulham). Sin un talento desbordante, Serbia tiene oficio, músculo y gol.
La cenicienta del grupo tampoco dará facilidades. Eslovenia viene de una fase de clasificación muy seria y, con Jan Oblak (Atlético de Madrid) bajo los palos y el joven delantero Benjamin Sesko (RB Leipzig) como mejores argumentos, intentará dar continuidad a su buen momento en la cita continental. El pasado martes vencieron con cierta suficiencia a Portugal en Liubliana (2-0). Cuidado.
Dinamarca levantó el título en 1992 y se subió al tercer puesto en la última edición. En el último Mundial no pasó de la fase de grupos, pero una resultona mezcla de veteranía y juventud mira al certamen continental con cierto optimismo y con la confianza que da no tener nada que perder. El relevo generacional se hace patente en todas las líneas. El meta del Leicester Mads Hermansen está creciendo a pasos agigantados. En defensa, Joachim Andersen (Crystal Palace) se ha consagrado en la Premier y tiene en Victor Nelsson (Galatasaray) un socio que viene pisando fuerte, siempre con permiso del eterno capitán Simon Kjaer (Milán), muy lastrado por las lesiones en los últimos tiempos. En la medular figurarán en la lista nombres como Morten Hjulmand (Sporting de Portugal) y Mathias Jensen (Brentford), que tienen la gran referencia de Pierre-Emile Hojbjerg (Tottenham). Arriba, especial atención para el delantero del Wolfsburgo Jonas Wind y la gran estrella danesa: el ariete del Manchester United Rasmus Hojlund. Un hombre que, una vez cogido el pulso a la Premier, está siendo la gran sensación del curso para los Red Devils junto a un joven de 18 años que ya ha debutado con Inglaterra: Kobe Mainoo.
"No fue fácil para él al principio, pero Hojlund tuvo un buen comienzo en el United. Tiene el nivel físico para desenvolverse en la Premier League y ya lo ha demostrado"
Stale Solbakken, seleccionador de Noruega
Tras 44 apariciones con la camiseta de Dinamarca, Daniel Wass (Gladsaxe, 1989) tiene la experiencia necesaria como para conocer los entresijos de las grandes competiciones tanto a nivel de club como de selección. Formado en la cantera de su actual club, el Brondby, fue captado por el Benfica en 2011, y cedido al Évian francés, que se lo quedó en propiedad un año después. Su despliegue físico y sus virtudes tácticas llamaron la atención del Celta de Vigo, que pagó 3 millones de euros por el futbolista en 2015 apuntalando así su centro del campo.
Desde que aterrizara en Valencia en 2018 como un centrocampista afianzado en La Liga, el danés tiró de polivalencia para ser protagonista y conquistó la Copa del Rey de 2019. En Mestalla se convirtió en un jugador indiscutible y alcanzó su cénit deportivo llegando a disputar la Champions League. Sin embargo, en enero de 2022, el club lo dejó marchar al Atlético de Madrid por algo más de 2,5 millones y, desde el verano siguiente, es futbolista del club Brondby: el club que lo formó como persona y futbolista.
Con Dinamarca, el exvalencianista ha sido internacional en todas las categorías e incluso ha disputado dos Eurocopas, además de entrar en la lista del pasado Mundial de Catar. ¿Su mejor recuerdo? Alcanzar las semifinales de la última Eurocopa, cuando los de Kasper Hjulmand cedieron ante la anfitriona Inglaterra en la prórroga. Solo Harry Kane (Bayern de Múnich) pudo con la Dinamita Roja en Wembley. Este verano en Alemania, los daneses tendrán la oportunidad de saldar cuentas pendientes.
Sus cuatro temporadas como valencianista calaron hondo en el danés, que ama la ciudad y ama Mestalla. Mientras compite frente a los grandes del fútbol danés, el Midtjylland y el Copenhague, el que fuera futbolista del Valencia puede presumir de echar la vista atrás y sentir orgullo. A sus 34 años, siempre en buena forma y extremadamente profesional, el de Selandia podrá exprimir su privilegiado físico para jugar hasta cuando quiera.
"Mestalla es el mejor estadio de Europa"
Daniel Wass, jugador del Brondby