VALÈNCIA. Por más que nos empeñemos en analizar y racionalizar lo que sucede en un terreno de juego, hay un tópico que describe la realidad universal única e incorruptible que forma parte de la idiosincrasia de este deporte: el fútbol no entiende de lógica. Bien lo sabe Boca Juniors, que el pasado domingo 23 de octubre revalidó su condición de campeón de la Primera División de Argentina de un modo totalmente surrealista según la lógica, pero increíblemente viable desde un punto de vista futbolístico.
Última jornada del campeonato. El conjunto de Hugo Ibarra, el que fuera lateral de Mónaco, Oporto, Boca o Espanyol, no pasaba del empate en la Bombonera ante Independiente de Avellaneda. Su rival por el título era, casualmente, el otro grande de Avellaneda: un Racing que dirige desde hace un año el exvalencianista Fernando Gago. Academia recibía a la misma hora en el Cilindro a River Plate, y una victoria le hubiese dado el título. Sin embargo, en el minuto 90 y con empate a uno en el marcador, los locales tuvieron un penalti a su favor que el meta internacional albiceleste Franco Armani detuvo a Jonathan Galván. El cafetero Miguel Borja liquidaría el sueño de Racing pocos minutos después haciendo el definitivo 1-2. Drama en Avellaneda y título para Boca; eso sí, con la inestimable ayuda de su eterno y odiado rival. Increíble.
Más allá de la presencia de Gago como técnico de Racing, las lágrimas de la hinchada del Cilindro contaron con otro exvalencianista como espectador directo. Enzo Nicolás Pérez (Mendoza, 1986) fue titular en River portando el brazalete hasta el minuto 46 de dicho encuentro, cuando fue sustituido por Tomás Pochettino. Desde el banquillo presenció un desenlace tan curioso como infartante que sirvió en bandeja el título a Boca Juniors y permitió a River cerrar el curso con una agridulce victoria.
“Ganó el mejor”
Hugo Ibarra, técnico de Boca Juniors, para ESPN Premium
Formado en las categorías inferiores de CD Maipú y Godoy Cruz, el exvalencianista y actual capitán de River Plate destacó por su despliegue y empuje como mediocentro en las filas de Estudiantes de La Plata, conjunto en el que compartió vestuario y medular con una leyenda para los Pincharratas que actualmente ostenta la presidencia del club: Juan Sebastián Bruja Verón. Bajo la batuta del técnico que llevaría a Argentina a la final del Mundial de Brasil, el ya desaparecido Alejandro Sabella, aquella plantilla de Estudiantes hizo historia levantando la Copa Libertadores en 2009 frente a Cruzeiro. Tras haber aterrizado en La Plata con el visto bueno de Diego Pablo Simeone, Enzo triunfó en las filas de Estudiantes, debutó con la Albiceleste y dio el salto a Europa en verano de 2011 de la mano de un histórico: el Benfica.
Su primera temporada en Portugal fue difícil. Apenas tuvo protagonismo e incluso volvió cedido Estudiantes por un corto período de menos de cinco meses. El siempre complejo proceso de adaptación al fútbol europeo dio sus frutos durante la siguiente campaña en Portugal: poco a poco fue ganando enteros y formó una extraordinaria dupla en el centro del campo junto con el serbio Nemanja Matic (Roma).
Tras ganar Liga, Copa de la Liga, Copa de Portugal y Supercopa de Portugal, disputar dos finales consecutivas de Europa League y afianzarse como pieza clave en los esquemas de Jorge Jesus (actual técnico del Fenerbahce), el Valencia de Peter Lim puso toda la carne en el asador y abonó 25 millones de euros en el mercado de invierno 2014/15 cerrando así uno de los fiascos más importantes de la era Lim. Por su parte, el Benfica cerraba una gran operación ingresando una cantidad muy importante por un futbolista al que sacó su mejor rendimiento y por el que había pagado alrededor de 2,4 millones de euros.
"Enzo Pérez continúa siendo un crack. Es el técnico dentro de la cancha”
Jorge Jesus, actual técnico de Fenerbahce
Su primera media temporada en Mestalla no fue mala: el equipo de Nuno Espírito Santo (actual técnico del Al-Ittihad saudí) iba rodado y Enzo supo interpretar su rol para contribuir al regreso del club a la Liga de Campeones. Sin embargo, las dos siguientes campañas del argentino dejaron mucho que desear. Su intermitente rendimiento, las lesiones, su excesiva agresividad, su impacto negativo en el vestuario y la inestabilidad que reinaba tanto en el banquillo como en las altas esferas del club terminó por condenarlo. La llegada de Marcelino García Toral, al que no le llegaron buenas referencias del jugador, solo contemplaba una venta inmediata que terminó produciéndose en verano de 2017 con destino River Plate y a cambio de 3 millones de euros.
Cinco años después, el argentino sigue defendiendo el escudo del que fue hincha toda la vida. Disputó con Argentina los Mundiales de 2014 (incluida aquella final contra Alemania) y 2018 y sigue siendo el capitán y la referencia de River a sus ya 36 años. Además, ha sido clave para la filosofía de Marcelo Gallardo. El Muñeco ha dirigido con maestría a River Plate desde que llegara al banquillo en 2014 y esta ha sido su última aventura en el Monumental. Todo parece indicar que lo veremos en Europa más pronto que tarde.
Como millonario, Enzo ha conquistado dos Copas y dos Supercopas de Argentina, una Liga, aquella histórica Copa Libertadores que se decidió en el Bernabéu frente a Boca en 2018 y una Recopa Sudamericana. Gran palmarés para el exvalencianista de Mendoza, que además pudo cumplir lo que soñaba desde pequeñito: lucir la banda roja de River Plate.
"Llevo esta camiseta metida en el alma”
Enzo Pérez para TNT Sports