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opinión pd / OPINIÓN

Falta de clase

3/11/2020 - 

VALÈNCIA. Nos hemos acostumbrado peligrosamente a que en el Valencia CF se trabaje a golpe de artimaña, de engaño, de lanzarse puyas, de esconderse, de mentir, de utilizar canales de comunicación para lanzar mensajitos a unos y a otros, etc. La mayor de las bajezas morales está dirigiendo la manera de actuar del club, donde unos le esconden información a otros, o dicen que nada saben de no sé qué pero en verdad sí saben y no quieren dar la cara, por ejemplo, y así un ilimitado muestrario de deslealtades.

De entre todas, el caso Kondogbia tiene varias: el futbolista, actuando igual que en el Inter y con mercenaria actitud, decidió que la mejor manera de hacer frente al engaño que sufrió fue engañando también. Nadie nos creímos la lesión de talón, por supuesto, pero queríamos mirar para otro lado. Mientras, se nos decía que no iba a salir y tampoco nadie se creía aquello, porque aquí está todo en venta, hasta el club, aunque lo nieguen. No se me ocurre peor manera de salir del equipo que la provocada por el francés y, desde luego mi aplauso cuando vuelva a Mestalla (él y los y las aficionados) no se lo ha ganado, porque ha actuado con una ética y una honorabilidad míseras. También los máximos accionistas, eso hay que decirlo. Solo por el cariño que se le ha dado a un futbolista que en las dos anteriores campañas se tocó las narices (por no decir otra cosa) cuando le venía en gana, solo por eso, decía, debía haber actuado con más respeto a los aficionados que siempre creyeron en él. Lo hecho, hecho está pero no puede olvidar Kondogbia que quienes se portaron incorrectamente con él tienen nombres y apellidos y distan mucho de representar al valencianismo. Sin embargo, cuando humanamente tampoco das la talla, estas cosas, supongo, no las valoras. Mi mayor de los desprecios a un futbolista que me deja más sombras que luces. Y lo peor de todo es que, aquellos que le mintieron y lo vendieron como saco de patatas la temporada pasada, son peores que él y son los que se quedan. Deberían irse los dos, sin remedio: Lim y Kondogbia, de la mano. No hablo de Murthy, que iría detrás de Lim levantando los cantos de la capa para que no rozase el suelo valenciano, ese que ensucia cada vez que habla, casi como Tebas, que debería aprender un poco de la historia de los clubes que forman la institución que preside.

Creo que Gracia, en su rueda de prensa del domingo, lanzó varios hachazos con un “digo que digo pero no digo y sugiero”. En fin, no voy a ser yo quien diga ni una sola palabra sobre la elegancia y la sinceridad del técnico, pero tampoco puede estar la temporada, o lo que dure en ella, lanzando y recogiendo. O lanzas lo que piensas muy claramente o ya lo dejas pasar por completo. No es fácil, lo sé bien y Gracia esquiva las preguntas preguntas como puede, porque en este club no hay nadie que salga a dar la cara por nada, ni en lo institucional ni en lo deportivo. ¡Cuánto trilero! Tengo la sensación de que nos hemos ido llenando de lo peorcito que puede darte el mundo del fútbol y, como aquí reina la ignorancia, los hemos ido atrayendo, mezclando gente muy válida y capacitada con gente oportunista, pelotillas, chupópteros. Pues como dice el dicho: lo malo de la ignorancia es que se coge confianza. Y hoy, en el Valencia CF, hay demasiados confiados. Lo único que puedo pedirle a nuestro entrenador es que no se contagie de esa bajeza moral que le rodea, que esté al margen, porque algo me dice que no quiere mentir, pero debe hacerlo para no poner la hoguera en marcha. Y ya tendríamos Falla de esas que teníamos.

Detrás de todo esto, lo que realmente me preocupa de verdad es que la mentira se haya convertido en la verdad en este club. La nobleza del Valencia CF ha durado cien años, los justos antes de que los prestidigitadores entrasen a patadas a pesar de que hicieron tongo para entrar, y se la están cargando también, porque estos no miran, no sienten, no empatizan. Desde luego (y esto podría ponerlo en inglés para que me entendiesen mejor algunos de fuera de aquí y en ucraciano también para que Tebas, tan familiarizado con empresarios patéticos de por allá, aprendiese un poco más de la historia valencianista y de los valencianos en general) lo que tengo claro es que Lim, Murthy, Joey Lim y toda la cohorte de maltrabajas que nos traen son los peores embajadores de Singapur, pues están consiguiendo que el pueblo valenciano y valencianista, acostumbrado a la hospitalidad, al turismo, al cosmopolitismo, les estemos cogiendo animadversión y dudo que tengamos ganas de ir nunca. Tebas, por si no lo sabes, eso no es racismo, pues no hay ni ha habido discriminación racial, ni creencia de superioridad aria, ni deseo de eliminación, ni tan siquiera rechazo a quienes llegan. Esto es estar hasta las narices de aquellos que vinieron con mentiras y aquí siguen, pensando que somos tontos y tratándonos con desprecio. Si hay racismo será a la inversa, digo yo. Sin embargo, muchas de las ideas políticas que tú, Tebas, has abrazado y abrazas, sacando pecho de ello, sí son perfectamente punibles de ser así calificadas. Si tu proceder es el engaño permanente, entonces te aventuro muchos negocios prósperos con Lim, como hiciste con Peterman, por ejemplo. Pero ahí ya juega la altura moral de cada cual y la clase que uno tenga.

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