El pasado 23 de enero, el Barcelona arrolló al Atlético de Madrid para conquistar la Supercopa de España. Solo 49 días más tarde, y con mucho campeonato de Primera División Femenina por delante, el Barça resolvió otro título, el de la liga, la séptima en su haber, imponiéndose con solvencia, sin apuros, todo lo contrario, con superioridad al Real Madrid. Y esto es otro éxito más para la portera alicantina Sandra Paños. Una de las mejores porteras del mundo, habitual en el equipo ideal de la Women's Champions League, suma ya tres ligas femeninas, cuatro Copas de la Reina, dos Supercopas y la Copa de Europa todo con el Barcelona. El título llega con un pleno de triunfos en 24 jornadas, con un balance de 136 goles a favor por seis en contra.
Desarrolló el Barça una ejemplar praxis de su fútbol: del que es idiosincrasia del club, del que desarrolla como modelo desde hace muchas temporadas, para el que ha ido construyendo plantillas y dado forma a equipos totalmente empastados con una forma de hacer, con una filosofía, con algo que va más allá de tener músculo económico para adquirir una plantilla -incluso un club- y se proyecta hacia la idea de equipo, de bloque, de grupo que sabe cómo, cuándo, por qué hacer cualquier movimiento durante un partido. Así se produjo sobre el césped del estadio Johan Cruyff para afrontar la visita del Real Madrid -por cierto, por mucho que se empeñe quien se empeñe, salvo por desconocimiento de la historia del fútbol femenino en España, no es para nada un clásico-.
La cuestión es que el Barça, fiel siempre a su estilo, mandó, fue protagonista, dominó meridianamente todo lo que ocurrió desde el arranque de la primera parte. Un monólogo azulgrana. Presión alta, dominio de balón y construcción de fútbol por dentro y por fuera. Y Sandra Paños, la portera alicantina barcelonista, prácticamente fue una espectadora más salvo una tentativa de Athenea -en el minuto 13 robó un balón en una errática salida de balón catalana, pero su remate no fue peligroso-. El Madrid, dispuesto con un dibujo 1-4-4-2, expuso un argumentario en clave defensiva en bloque bajo. Lo que buscó fue procurar algún balón largo -mínimos a lo largo del primer tiempo- hacia Asllani y Esther, quien se dedicó más a protestar que a poner el foco en la puja por el balón. La acumulación de piezas en el sistema defensivo y las intervenciones de Misa fueron fundamentales para que las madrileñas resistieran ante las continuas llegadas de un Barça ordenado desde Patri Guijarro con Aitana Bonmatí y Alexia, encontrando por dentro a Jenni Hermoso y por fuera a Graham y Rolfö. Eso, lo dicho, se significó en una buena cantidad de ocasiones con tentativas diversas con respuesta de Misa.
No obstante, la perseverancia, las aproximaciones, las triangulaciones, la puja por cada balón, porque el Barça no es que juegue de dulce, sino que además 'curra' mucho, corre por cada balón, acabaron acomodando el marcador. Doblete de Alexia Putellas entre el minuto 41 y el 43: primero recibió en la frontal de Rolfö y su chut, ligeramente desviado por Ivana Andrés, se fue al interior de la red visitante; luego, con un gran pase de Patri Guijarro, acomodó dentro del área y finalizó con la derecha para marcharse el Barça al descanso 2-0, proyectándose así hacia una victoria, la 24 y en pleno en esta liga, para conquistar el título de la Primera División Femenina.
El Barça bajó ligeramente la presión sobre la línea defensiva del Real Madrid. Solo una cuestión de ceder unos pocos metros. Pero el argumentario no cambió en el segundo tiempo. Mandato claro de las barcelonistas, siempre activas y precisas con balón, y fuertes y convencidas en la puja por cada balón. Las disputas eran teñidas de color azulgrana. Y las madrileñas no tenía más propuesta que esos balones largos, que en todo caso tenían un peso insustancial. A la hora de juego, sencillamente llegó la sentencia: llegó el Barça por la izquierda, profundo, con un centro de Rolfö, que mandó hacia atrás, y desde fuera del área enganchó el balón Patri Guijarro para formular el 3-0. En efecto, ya también por resultado, la historia hacia adelante ya no era más que un trámite hacia certificar un triunfo el Barça que derivaba en el título de liga; el séptimo.
Aún fue a más el marcador. En el minuto 65, mandó un balón largo Patri Guijarro hacia la posición ofensiva por la derecha de Graham Hansen, que penetró área y su centro raso lo introdujo en propia puerta Peter (4-0). Las sustituciones también se sucedían, el partido ya era otra cosa. Nahikari, que había salido por Esther, que había trabajado mucho ayudando en defensa, se asoció con Asllani y el remate de ésta lo salvó Sandra Paños; esa es la gran dificultad de un portera en el Barça: mantener la concentración total para aparecer en cualquier momento cuando hay tantos minutos en cada partido con el equipo volcado en el sector del campo rival. El resto ya fue cosa de finiquitar el partido. Y en eso llegó el quinto azulgrana: Alexia dribló cerca de la frontal y filtró un pase interior a Jenni Hermoso, quien golpeó duro y arriba para firmar el 5-0, con
Ficha técnica:
FC Barcelona: Paños; Marta, Pereira (Engen, m.70), María León, Leila (Claudia Pina, m.70); Patri Guijarro (María Pérez, m.83), Aitana, Alexia; Graham (Ona, m.76), Rolfö (Melanie Serrano, m.83) y Jenni Hermoso.
Real Madrid: Misa; Kenti Robles, Peter, Ivana, Olga (Möller, m.66); Athenea (Claudia Florentino, m.83), Kaci (Sofie Svava, m.46), Tere Abelleira, Maite Oroz; Asllani y Esther (Nahikari, m.66).
Goles: 1-0, min.41: Alexia Putellas. 2-0, min.43: Alexia Putellas. 3-0, min.60: Patri Guijarro. 4-0, min.65: Peter (en propia puerta). 5-0, min.83: Jenni Hermoso.
Árbitra: Arantza Gallastegui Pérez (Comité vasco).
Incidencias: Estadio Johan Cruyff (Barcelona). Partido correspondiente a la jornada 24 de la Primera División Femenina de fútbol.
El momento más emotivo del encuentro llegó la entrada al campo de Virginia tras superar un tumor cerebral