VALÈNCIA. "Y es que goles son amores", cantaba Manolo Escobar en un extravagante programa ¿deportivo? que estrenó Telecinco los lunes por la noche en noviembre de 1992. 'Goles son Amores' estuvo en emisión hasta junio de 1993, momento en que la cadena decidió no renovarlo y lo retiró de la parrilla.
Aquello fue un disparate. Un cantante respetado que nunca había hecho televisión metido con calzador a presentar un show grotesco, presuntamente humorístico, con dos presentadoras habituales de la cadena como Loreto Valverde e Inma Brunton, los humoristas Javier Capitán y Luis Figuerola-Ferretti y, 'chantatachán', las cuatro bailarinas brasileñas de 'Cacao Maravillao'.
En el equipo del programa había un grupo de 20 modelos femeninos, llamadas 'Las Clubes', que representaban a cada uno de los equipos del campeonato, uniformadas con unas equipaciones XXS. 'Las Clubes' desfilaban en cada programa para actualizar la clasificación de la liga. Telecinco en su etapa más frívola. Tele teta.
Más allá de que el corte de pelo y el peinado de Manolo Escobar, el cantante favorito de mi abuelo, recuerde a Miguel Ángel Corona, el Valencia también necesita goles. El once del murciélago ha marcado sólo 4 goles en liga desde que comenzara el 2023. Los dos últimos han sido en propia puerta del rival, ante el Athletic Club y la Real Sociedad. Los dos anteriores fueron ante el Almería en aquel empate a dos del 23 de enero. Una tragedia griega.
La vuelta de Cavani, fuera de combate desde el 11 de febrero, hace mucha falta. El uruguayo lleva 5 goles y es el máximo anotador de un equipo al que le extirparon los 22 tantos en liga (25 entre liga y Copa) de Guedes y Carlos Soler el verano pasado, para sufragar la deriva económica de Meriton.
Cuando llegaron Samu Lino, Samu Castillejo y Justin Kluivert, y empezaron a jugar en el atrevido modelo de juego de Gennaro Gattuso, pensaba que iban a generar las suficientes ocasiones de gol como para que el uruguayo se relamiera los colmillos de satisfacción después de cada partido. Mi gozo en un pozo.
Lino (2 goles en Liga), Castillejo (3 goles) y Kluivert (3 goles), que, por cierto, está jugando muy poco, son efervescentes, pero poco efectivos. Ocho tantos entre los tres en 24 jornadas de campeonato. Dinámicos, sí. Pero mucha burbuja, mucho gas, poco gol. Más plásticos que efectivos.
¡Ah!, Marcos André, un fichaje difícil de digerir, lleva 1 gol, lo mismo que Hugo Duro. Sin el aporte de la segunda línea, Baraja tiene que trinchar el pollo con una cubertería de plástico.
A Duro lo disculpó. Su lesión lo mermó y la llegada de Cavani, primero, le privó de minutos y, luego, anímicamente, lo arrugó. Su combatividad puede convertirlo en la pareja ideal para Cavani. Duro puede percutir y chocar y volver a percutir y a chocar con los centrales, y el uruguayo pasar por encima de los escombros y golear. Baraja, entonces, tendría que optar por un 1-4-4-2 cuando regrese 'El Matador'. Quitarle burbujas al once a cambio de darle más cuerpo. Sin goles no hay permanencia, porque goles son amores.