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opinión

Granitos de café

En sus manos está en futuro inmediato del Valencia CF y , aunque a todos nos guste jugar con los granitos de café, haciendo una mínima comparación con todo lo que hemos tenido que padecer, nos sentimos seguros con ellos al volante esperando que sigan manteniendo un rumbo certero...

30/06/2018 - 

VALÈNCIA. Aunque en el fútbol y, sobre todo, en el entorno que envuelve a los Clubes prima siempre el interés por lo deportivo muy por encima de los logros financieros, llegado el momento del mercadeo estival resulta imposible no tirar de calculadora y de la misma manera que con la temporada en marcha todos somos entrenadores, cuando llega el verano todos somos ‘fichadores’ y, desde la llegada a nuestras vidas del Fair Play Financiero, nos convertimos en avezados economistas capaces de cuadrar la economía de un Club de Fútbol de la manera que hacían nuestros mayores en la partida de ‘chamelo’: apostando con granitos de café. Así ponemos y quitamos sin darle mayor importancia pese a que cada uno de dichos granitos... suponga un millón de euros. 

Mientras jugamos con los granitos, son otros los que manejan los hilos en la trastienda y en función de quien sea el que los maneje o bien ponemos cada operación en entredicho o bien lo damos todo por bueno. Y es que nos adorna una tendencia innata que nos conduce a fiarnos a pies juntillas de aquellas personas en las que depositamos nuestra confianza y a demonizar abiertamente cualquier movimiento proveniente de quien recelamos. En ese sentido Mateu Alemany ha caído de pie en el valencianismo y sus operaciones del verano pasado lo han investido de una aura mágica que lo protege del entorno. Una confianza que se ha ganado a pulso por su buen trabajo y por la ausencia absoluta de referentes previos: todo lo que hubo en el Valencia en los últimos tiempos antes del aterrizaje del mallorquín fue tan catastrófico que su sensatez, su dedicación y sus resultados son música celestial para el valencianismo. Tan es así  que hemos acostumbrado nuestro oído a su música y nos hemos aprestado a comprar el discurso vendedor de la institución cuando hace muy poco tiempo, y con el mismo propietario, nos sonaba a ‘engañifa’: al Valencia había llegado un magnate multimillonario que “iba a terminar con la deuda , construir un estadio nuevo y firmar para Club a los mejores futbolistas “. Hoy hemos superado ese discurso populista asumiendo que lo esgrimieron quienes abanderaban la llegada de Lim por las razones que fuesen y , escuchándolo de voz de un personaje fiable como es Alemany, nos acomodamos con suma facilidad al antiguo axioma del Club vendedor porque nos inspira confianza el propio Alemany y por el crédito que también se ha ganado Marcelino en el banquillo con quien viene haciendo una armoniosa pareja de baile. Llegados a este punto, celebramos por todo lo alto la venta de un buen futbolista como si se tratase de un gol en una semifinal de Champions cuando la venta de un buen futbolista siempre se digiere mal o... muy mal si la Fe en quien dirige el Club se tambalea. Celebramos la compra de un joven jugador que viene de una mala temporada en su país, aunque su precio sea elevado, porque confiamos en que Marcelino obrará en él el milagro como ya lo ha hecho con otros, cuando no hace mucho tiempo recelábamos de cualquier incorporación que no fuera altamente contrastada porque todo nos olía a chamusquina.

No quisiera que se interpretase todo esto como una crítica a todo lo que está ocurriendo , nada más lejos de mi intención: yo también aplaudo la venta de Cancelo por el ‘pastizal’ que se ha vendido salvo que dicha venta lleve implícita alguna contraprestación en forma de compra con la Juventus y que dicha contraprestación  sea altamente gravosa. Se trata, simplemente, de una observación de la realidad a la vista del cambio que ha experimentado el parecer general y, fundamentalmente, de la importancia que tiene la confianza en la figura de Mateu en contraposición al ejército de mediocres que lo han precedido en el desempeño de la Dirección del club y sobre todo del manejo de lo deportivo.

En sus manos está en futuro inmediato del Valencia CF y , aunque a todos nos guste jugar con los granitos de café, haciendo una mínima comparación con todo lo que hemos tenido que padecer, nos sentimos seguros con ellos al volante esperando que sigan manteniendo un rumbo certero. 

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