El jugador canterano es el segundo jugador en recibir este reconocimiento desde la creación de L'Alqueria del Basket y continúa una larga lista de debutantes con el primer equipo en la máxima categoría del baloncesto
VALÈNCIA. El jugador del EBA del Valencia Basket Ion Galarza ha vivido esta noche un momento más emotivo, si cabe, que su debut el pasado 2 de octubre con el primer equipo ante el ASVEL Villeurbanne en Eurocup. El canterano, que lleva desde los 16 años en L'Alqueria, ha recibido hoy el reconocimiento de que su nombre quede grabado para siempre en el 'Mur dels Somnis' en una larga lista de debutantes en la máxima categoría del baloncesto con la camiseta taronja.
Ion ha admitido que ha sido "muchísimo más emocionante, ver a toda la gente que me quiere aquí, toda la cantera, que puede ver un ejemplo enVera y en mí" y que "no me hago muy a la idea pero cuando lo vea un par de días diré: 'Ah sí, es para siempre'.
El vasco es el segundo en vivir este acto desde la creación de L'Alqueria del Basket. Álex Vera ya fue incluido la pasada temporada y se convirtió así en el jugador que estrenara este muro en honor a la Cultura del Esfuerzo. Ambos jugadores son ejemplo de trabajo y de cómo se puede llegar a estar entre los mejores tras haber pasado por categorías inferiores.
Precisamente Vera le ha dado una sorpresa al que es uno de sus mejores amigos y le ha mandado un vídeo desde Polonia, donde está de erasmus, al no poder estar al lado de él en ese instante. Sobre esta aparición inesperada, el canterano confiesa que "ha sido brutal" porque "somos amigos de siempre, hemos jugado en contra y en el mismo equipo".
Ion ha vivido este momento arropado por jugadores y jugadoras de L'Alqueria del Basket, que le han hecho un pasillo entre aplausos en la Pista Central hasta que finalmente ha llegado al 'Mur dels Somnis' donde ha destapado una cortina que escondía su nombre grabado en la pared: Ion Galarza 2018-19. Otro sueño cumplido.
"Unas 300 veces había visto el Mur dels Somnis. Muchas veces lo he mirado y he pensado: ‘ahí tengo que estar yo’. El año pasado estuve entrenando mañana y tarde. Venía con el ACB, entrenaba con el EBA por las tardes, había meses en los que descansaba dos días y ahí estoy por fin", explica ilusionado un jugador que lo ha dado todo para llegar a ese momento.
Y es que en esa lista había nombre que Ion verdaderamente admiraba: "Rubén Burgos, que me entrenó a mí, Victor Claver, Víctor Luengo…" Y tal y como miraba el los nombres de los jugadores, otros muchos jóvenes canteranos lo harán con Ion Galarza entre ellos para poder acabar ahí algún día. "El Mur del Somnis creo que se tiene que fijar todo el mundo y quien no se fija es que no tiene pasión por llegar lejos", explica el jugador.
Sus padres, su novia y su hermana han seguido este momento muy de cerca, con quien ha tenido un detalle que desvelaba una relación muy estrecha entre hermanos. En el momento en el que Ion dirigía unas palabras a todos los allí presentes se ha dirigido a ella, Irantzu, que se ha acercado entre lágrimas a abrazar a su hermano.
Ahora Ion será el ejemplo de cientos de chavales del Valencia Basket aunque el objetivo es que puedan llegar a consolidarse en el baloncesto profesional. En los últimos años solo lo han conseguido Víctor Claver y Juanjo Trigueros, pero el canterano tiene fe en que poco a poco el Valencia Basket sea una fábrica de jugadores de primer nivel: "Por eso se ha hecho L’Alqueria, para que haya mejores jugadores con mejores instalaciones, mejores condiciones para que los jugadores puedan entrenar más, mejor y algún día aparezca su nombre ahí y puedan ser jugadores profesionales de baloncesto".
El jugador llegó a Valencia a los 8 años. Creció en Alginet y Godella y desde que recaló en el club taronja a los 16 años, ahora ya ha conseguido su primer sueño de muchos que le deparan: "Lo que no voy a hacer seguro es parar. Voy a seguir entrenando, a tope y a seguir consiguiendo más sueños".