Hoy es 4 de octubre
VALÈNCIA. Preparador físico del Real Madrid de Zidane y Ronaldo, de la España campeona del Mundo y de la Eurocopa, y ahora del Valencia CF, Javier Miñano cuenta en France Football su experiencia sobre la preparación de los regateadores. Una conversación alrededor de nuestro dossier especial regateadores.
Existe un punto en común a nivel físico entre jugadores especialmente talentosos?
Basándome en mi experiencia al alto nivel, es muy difícil encontrar similitudes entre jugadores como Ronaldo Nazario, Zidane, Raúl o Xavi Hernández, porque cada uno tiene estilos de regate diferentes, pero si tienen ese “algo especial”. Para llegar a tener eso, todo parte de su formación, ya que todos estuvieron en academias de alto nivel, y de su rendimiento en las distintas etapas de su formación. Todo esto se crea también sobre la base de la idea global del responsable de dicha formación.
Por ejemplo?
Recuerdo cuando Vicente Del Bosque intentaba captar el talento dentro de ese “algo especial”. Es lo que quería de los jugadores. A veces era el regate, otras la velocidad, la lectura del juego, el trabajo colectivo, el juego aéreo… Algo distinto para captar el talento. Y es importante estimular al jugador en todas las etapas de su formación. Se trata de un equilibrio entre el talento, la genética y el aprendizaje. Durante ese proceso, el papel del entrenador es importantísimo. Y no es nada fácil mejorar el talento individual en una jugada concreta. Por ejemplo, pongamos el caso de un jugador con el balón controlado frente a tres defensas. Lo lógico en esa jugada es el pase. Lo normal es que el jugador no intente el regate. Pero Messi, Iniesta, Xavi, Ronaldo, Zidane… ellos sí pueden! Por lo tanto, se trata de el equilibrio entre la decisión impuesta por el juego y potenciar las características de tu jugador.
Cuando el jugador se encuentra en su nivel más alto, se trata más de acompañamiento que de desarrolllo: ¿cómo se organiza eso?
Es muy interesante. Voy a contar los casos de Zidane, Ronaldo y Raúl. Diseñábamos una ayuda para permitirles mantenerse al más alto nivel. Cada uno tenía una preparación física específica. En el caso de Zidane, para dotarlo de una confianza máxima en su regate y sacarlo de sus momentos de dudas, todo pasó por un acondicionamiento físico tremendamente exigente. Hasta que se sintiera cómodo y lo plasmara en los partidos. El caso de Ronaldo era diferente. Ahí se trataba de conocer su historia, su pasado con las lesiones, para permitirle recuperar su nivel. Todo pasaba por encontrar un equilibrio emocional. Necesitaba recuperarse físicamente pero también emocionalmente. Raúl, el jugador más competitivo con el que trabajé, tenía condiciones físicas normales, en la media, pero un nivel de compromiso y exigencia acordes a su alto nivel de competitividad… Hay que tener curiosidad para poder ayudar a un jugador, porque cada jugador necesita un acompañamiento personalizado.
Entiende que algunos hagan mucho hincapié en la musculación?
Hay que diferenciar el trabajo formativo del trabajo físico del fútbol de alto nivel. En el segundo caso, el trabajo de fuerza siempre debe ir enfocado a mejorar las características del jugador. Un jugador como Iniesta, debido a sus cualidades, no necesita un nivel elevado de trabajo de fuerza. Al contrario, hay que adaptar esto a las virtudes de Iniesta. Es algo inherente a la preparación física del fútbol de alto nivel: todo debe ir enfocado a obtener lo máximo de cada jugador sobre el césped.
La falta de condición física, ya sea por una lesión o un trabajo inadaptado, perjudica la agilidad y la fluidez. Por ejemplo, Neymar, aunque no pierda su nivel de creatividad, pierde velocidad cuando no está en su mejor estado de forma…
Un jugador que vuelve de una lesión siempre necesita un programa personalizado donde el trabajo de fuerza tiene mucha importancia. Se trata de sensaciones físicas, pero también técnicas y tácticas. Para lograrlo, este proceso debe reunir las condiciones óptimas para que el jugador llegue sobre el terreno de juego con los medios para expresarse. Por lo tanto, en el trabajo de fuerza, velocidad o agilidad, no se trata tanto de progresar en esos apartados, sino de recuperar hábitos. En el caso de Neymar, se trata de ejecutar de nuevo movimientos similares a los que hace sobre el terreno de juego. Es un estudio que deben realizar cada staff técnico, el entrenador principal y el cuerpo médico.
Se habla de memoria muscular…
Exactamente. Encontrar el camino de la readaptación a los movimientos que desea hacer, en este caso el regate, recuperar sensaciones… Y siempre es más fácil readaptar la fuerza muscular que el equilibrio del control motor, es decir el cerebro.
“Cuidado con el trabajo muscular excesivo”: ¿es una frase que formula algunas veces?
A veces. El objetivo fundamental es que el jugador se encuentre en las mejores condiciones, en un estado óptimo, justo antes de jugar. Necesitamos que los jugadores tengan una rutina muy parecida al ritmo de competición. También hay que educar al jugador para que se acostumbre a la exigencia física con el menor cansancio posible. Pero también me encontré con jugadores que, estando en condiciones óptimas, necesitaban un trabajo físico exigente pese a no tener esa necesidad de fuerza durante el partido. Siempre hay que acompañar hacia algo más eficaz, más global.
Para el regateador, puede ser muy benéfico combinar el placer del regate con el trabajo físico en el método de entrenamiento…
Por supuesto. Estamos convencidos de que debemos situarnos lo mas cerca posible de las situaciones de partido, y que todo el proceso de entrenamiento debe encaminarse en esa dirección. Tiene que ser muy específico al fútbol, con sus regates, pero adaptado a cada perfil. No hay que perder de vista el interés del jugador: mejorar su regate u otros aspectos de su juego.
Tiene ejemplos de jugadores que supieron encontrar el equilibrio? Lionel Messi? Kylian Mbappé?
No tengo una idea precisa de sus procesos de entrenamientos porque no los entrené. Pero, evidentemente, en el caso de Messi, podemos decir que ha adquirido un nivel de madurez y experiencia que le permite encontrar el equilibrio perfecto entre el entrenamiento y la competición para ofrecer su mejor versión. Este tipo de jugadores, con ese nivel de experiencia, han adquirido todas las informaciones necesarias al equilibrio.
También existen perfiles de regateadores como Adama Traoré, del Wolverhampton, con un perfil muscularmente muy desarrollado…
Podemos tener la sensación de que el fútbol se ha convertido en un deporte muy físico, pero creo que lo que debemos buscar y analizar son las necesidades del juego. Ahí existen distintos perfiles con sus respectivas necesidades, pero ni hablar de renunciar a jugadores como Iniesta. Vuelve a ser una cuestión de equilibrio en función de lo que el juego, el espectáculo y el aficionado le exigen a este maravilloso deporte.
El regate también es toma de decisión. ¿es algo que se trabaja en la preparación física?
En el caso de Adama Traoré, el desarrollo físico va a girar en torno a la velocidad. Para Xavi se trata más de un regate puro, en pequeños espacios. La carga de entrenamiento debe ser ajustada para cada perfil. Los dos regatean, pero no de la misma manera. La respuesta debe ser muy específica y los ejercicios propuestos deben permitir la aparición de la posibilidad de regatear. Hay que ponerlos en contextos diferentes en los que el regate es una opción. Si activamos esos estímulos, estamos en la buena dirección para mejorar el regate en competición. Ahí se sitúa la progresión en el aspecto mental.