VALÈNCIA. Uno de los estereotipos cuando las cosas van mal... es el compromiso de los cedidos. La planificación del Valencia CF es tan inexistente que confecciona una plantilla de oportunidades 'low cost' y que no comprometan económicamente a un club que tiene que pagar a sus futbolistas con pagarés.
El fútbol está lleno de frases hechas y una de ellas es la siguiente: "Los cedidos cuando las cosas se ponen feas... saben que no van a estar aquí y no van a meter la pierna". La hemos escuchado muchas veces en el entorno de cualquier club. Por supuesto que tiene su dosis de verdad, pero no es una afirmación inamovible. Hay casos de todo tipo.
Y quiero destacar el de Samuel Lino. Futbolista un poco criticado en las últimas semanas por su bajón de rendimiento. Quizá vivimos en una burbuja con el Lino del principio de temporada y ahora nos estrellamos con que el 'melón' todavía está muy tierno. Pero... eso no quita que la implicación y actitud del chaval es intachable.
No estoy de acuerdo con que Lino ha buscado el lucimiento personal en los últimos partidos o que tiene la cabeza en el Atlético de Madrid la próxima temporada. Sería lo fácil e incluso es una actitud que también nos ronda -con razón- con algún que otro jugador a préstamo del primer equipo.
Pero es que Lino siempre lo intenta. Nunca se esconde. Prueba, prueba y prueba. En una 'final' como la del sábado, Samu Lino se lo dejó todo en el césped y hay que agradecer que no se lesiona, es el único jugador de campo titular en todos los partidos de Liga.
Además, Lino regeneró su 'chip' al molde de Baraja y cumplió con nota. De hecho... fue el único cedido que ante la Real jugó de inicio con el 'Pipo' Baraja. Por algo será. Más allá de la 'etiqueta', no nos debe perder el discurso de que un equipo con cinco cedidos está mal hecho y meter a todos en el mismo saco. Ojalá todos los cedidos mostrasen la predisposición de Lino.