VALÈNCIA. Casi 1.200 levantinistas colorearon el fondo norte del Martínez Valero y se hicieron oír en el encuentro de este sábado ante el Elche. Los desplazados, por cuenta propia o en los buses de la Delegación de Peñas que partieron a mediodía de Valencia, protagonizaron un viaje histórico de un millar de granotas que dieron aliento al equipo. "Eso sí que son los que nunca fallan", decía Javi Calleja en la previa.
Y así fue. No fallaron en una temporada que, además, está superando ligeramente a la pasada a estas mismas alturas de campeonato en cuanto a asistencia en el Ciutat -y además, con un pequeño repunte de abonados al final de la campaña de verano a pesar de que el obejtivo del equipo este año es algo más difuso-.
Aún así, el desplazamiento a Elche de este sábado no es el más numerosos de los últimos tiempos. Más o menos el doble de los que estuvieron en el Martínez Valero dieron color al estadio de la Cerámica hace meses, en la recta final del pasado curso, cuando al Levante le tocó visitar al Villarreal B en plena carrera por el ascenso.
Entonces fueron alrededor de 3.000 los hinchas granotas que viajaron a Vila-real a pesar de que el club disponía de 6.000 entradas cedidas por la entidad amarilla (la oportunidad perdida días antes ante el Ibiza por amarrar puestos de ascenso directo, mermó el ímpetu de la grada y muchos renunciaron a desplazarse en señal de protesta).