opinión

La canción de Tardor: el cambio que supone

Tardor es uno de los grupos musicales valencianos del momento. Como sus coetáneos, han superado viejos clichés y afrontan sus canciones en valencià desde la normalidad del universo contemporáneo. Esa simpleza, tan costosa de lograr, les permite hacer acopio de seguidores y recorrer ciudades y pueblos valencianos. Canciones generacionales que suenan a cuestiones de vida...

19/07/2018 - 

VALÈNCIA. Tardor es uno de los grupos musicales valencianos del momento. Como sus coetáneos, han superado viejos clichés y afrontan sus canciones en valencià desde la normalidad del universo contemporáneo. Esa simpleza, tan costosa de lograr, les permite hacer acopio de seguidores y recorrer ciudades y pueblos valencianos. Canciones generacionales que suenan a cuestiones de vida.

Bien, Tardor ha hecho una canción para el centenario del Valencia. Lo normal, otra vez. O no tanto. Mostremos el bíceps de lo que parece usual, porque ayer no lo era. Que grupos que representan el momento cultural de un territorio, sin lastres heredados y al grano, presten su talento para explicar el Valencia, supone quitarse de encima los complejitos de una era en la que ya no estamos. Favorece la relación sana entre el valencianismo y su entorno en la cultura, demasiadas veces restringido por una doble coraza: una cercanía autoimpuesta al Barça y/o un sentimiento vergonzoso de inferioridad por mostrarse plenamente valencianista.

La cultura fresca y nueva supera esas barreras viejas. Tardor explica que, porque todos sus miembros son del Valencia, querían dedicarle un tema a los 100 años del club. 

Se llama ‘Es això el que ens fa grans’. No es cuestión de gustos ni de afinidades, se convierte ya en la canción musicalmente más talentosa para el centenario. Eso, en cambio, es lateral en esta cuestión; lo que trasciende es la amplitud artística, que comience a haber sobreproducción de temas, que si los 100 son el momento para celebrarnos, quienes rodean a la entidad lo hagan compartiendo sus ritmos. 

Escritores, ilustradoras, pintores… el momento para contribuir a una explicación compleja. Los Tardor lo hacen con una letra que -¡por fin!- no cae en maximalismos brutos ni nos sitúa como el mejor club del mundo ni patetismos por el estilo, sino más bien como un proyecto de calado familiar (cada cual hace su propia familia) que tiene en la rebeldía y en la superación de nosotros mismos la razón de ser. 

Ni muy grandes ni pequeños, ni muy exitosos ni muy atormentados, entonces qué. Esa razón se resuelve con una militancia innata. Hay motivos que comprenden una vida y que no necesitan explicación más que la pertenencia continuada.  

De eso habla la canción de Tardor, en cuyo visual se dibuja un cosmos donde además de grandes figuras aparecen Arroyo, Illie, Viola… El centenario ha empezado de manera insólita: con cotidianidad y sin grandes alharacas. No imagino un camino mejor. 


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