VALÈNCIA. Nuevas corrientes de pensamiento toman fuerza en el fútbol europeo. Corrientes que no surgen de las grandes élites ni de los clubes más laureados del continente, sino de una manera diferente de entender el fútbol de unos pocos equipos de perfil medio, capaces de rendir homenaje al balón con un estilo y unas maneras que embellecen al deporte rey.
Fueron revelaciones la temporada pasada, y han demostrado que vienen para quedarse. Con un crecimiento paulatino y una gestión sensata y eficiente, adaptada a los tiempos que vivimos y sin grandes alardes económicos, estos clubes trabajan en el césped por ganarse su mejor credencial: el cariño y la admiración de los aficionados. Lo hacen (y consiguen) gracias a un fútbol valiente y desenfadado, con la pelota como mejor argumento, desarrollando mecanismos para minimizar los riesgos que asumen por ser como son.
Atalanta y Leipzig, de la mano de Gian Piero Gasperini y Julian Nagelsmann, abanderaron esta nueva nueva estirpe la pasada campaña. Al igual que sus imitadores, se trata de equipos tácticamente muy camaleónicos, que acumulan muchos jugadores por delante del balón, y dotados de un abanico infinito de variantes en fase ofensiva.
El Leipzig de Nagelsmann, un técnico de tan solo 33 años, ha sido calificado en multitud de ocasiones como un “equipo suicida”. Tercero en Bundesliga por detrás de Bayern y Dortmund, y semifinalista de Champions el curso pasado, sus logros en el terreno de juego justificaron con suficiencia su valentía y descaro.
El pasado enero, un desconocido gallego recaló en Alemania para convertirse en una de las armas más peligrosas de los “Toros Rojos”. Con solo 23 años y tras haber acumulado experiencias en 5 países diferentes, José Ángel Esmorís Tasende, más conocido como Angeliño, se asienta en la élite y se consagra como uno de los mejores laterales izquierdos del momento en Europa.
Hace ya 7 años que el gallego es propiedad del Manchester City. Tras haberlo reclutado desde las categorías inferiores del Deportivo de la Coruña, los Citizens han encontrado en las cesiones la fórmula ideal para curtir en lo técnico y lo psicológico a este fantástico jugador: New York City, Girona, Mallorca, NAC Breda, PSV Eindhoven y, desde el pasado enero, Leipzig. A día de hoy, los alemanes tienen una opción de compra por un Angeliño que, como mínimo, seguirá en el Red Bull Arena una temporada más.
El español se siente como en casa en Leipzig, tanto dentro como fuera del rectángulo de juego. Su relación con Nagelsmann es inmejorable, y la filosofía de juego de los Toros es ideal para él. Su rendimiento así lo respalda. Con la posibilidad de actuar como carrilero en un sistema de 3 centrales o como lateral en un 4-4-2, Angeliño es un jugador de perfil muy ofensivo que se encuentra en el lugar idóneo y el momento perfecto para seguir derribando barreras. Las palabras de su entrenador no pueden ser más representativas:
"En ataque, lo hace todo bien: tiene visión, sentido del tiempo y continuidad. Pero en defensa de cuatro tiene que darse cuenta de que a su espalda hay uno menos".
Julian Nagelsmann
Declaraciones que dejan claro del perfil del gallego, así como su asignatura pendiente. Con una gran velocidad y precisión en sus movimientos con balón, un punto de gravedad bajo y un guante en su pierna izquierda recuerda mucho al perfil de lateral izquierdo “diseñado” en Paterna: tiene muchas similitudes con José Luis Gayà y Jordi Alba, jugadores con una gran capacidad asociativa y una llegada al área peligrosísima.
Guardiola, buen conocedor de las cualidades del jugador, entiende que actualmente su plantilla no ofrece hueco para Angeliño. La competencia con Mendy, Zinchenko e incluso Joao Cancelo, que es una opción a banda cambiada recurrida por el de Sampedor, sería demasiado para que el español tuviese minutos y continuase con su increíble progresión.
Ya en clave selección, no hay que descartar la opción del gallego para el combinado nacional para las próximas convocatorias. Jordi Alba, Gayà y Reguilón, este último en plena adaptación al Tottenham de Mourinho, parten con cierta ventaja, pero la opción Angeliño coge fuerza.
Si algo juega a favor del gallego, además de sus sólidos argumentos futbolísticos, es una capacidad de adaptación sobradamente demostrada y extraordinariamente rápida a nuevas competiciones y nuevos compañeros. Desde luego, el fútbol que quiere practicar Luis Enrique beneficia directamente las características de un lateral que ya no es una promesa, es una realidad. Es uno de los laterales del momento.