La delantera tira del carro hacia la Champions

VALÈNCIA. El domingo puede quedar cerrada la participación del Valencia CF en la próxima edición de la Liga de Campeones. Sin duda alguna, la vuelta al vagón de primera clase del fútbol continental se debe a la extraordinaria capacidad anotadora de los delanteros del equipo de Marcelino.

A falta de cuatro jornadas para acabar la temporada, los blanquinegros suman el tercer mejor registro goleador de toda la categoría. Son sesenta y dos goles los marcados por los de Marcelino en un registro sólo superado por FC Barcelona, con ochenta y tres dianas, y por el Real Madrid -con ochenta-.

Esa es la cara positiva de las cifras ofensivas del club. Esa y la capacidad anotadora de sus delanteros. Entre Rodrigo -dieciséis-, Mina y Zaza -doce cada uno- los delanteros del Valencia suman cuarenta de las sesenta y dos dianas conseguidas en esta campaña. Si a ellos les sumamos los siete goles de Parejo, y los cuatro de Guedes y de Kondogbia, concluiremos que entre seis futbolistas han marcado casi el noventa por ciento de los goles del equipo. El resto se reparten entre un gol para Soler, Pereira, Vietto, Coquelin y Nacho Vidal, y dos goles del rival en propia puerta (Ramalho ante el Girona y Laguardia ante el Alavés).

Dicho de otro modo, la delantera ha sido el motor del vehículo que ha conducido al Valencia hasta la Champions. El resto del reparto -con excepción hecha de los siete goles de Parejo casi todos ellos de penalti- es bastante pobre. Cabría remarcar otro hecho destacable: el de Geoffrey Kondogbia con cuatro dianas. Esa cantidad de goles para un medio llamado a ocupar el rol de centrocampista defensivo es una cantidad más que considerable.

Sin embargo sorprende la poca capacidad del resto del equipo. Guedes ha anotado cuatro goles, no marca desde enero y su rol explosivo de comienzo de campaña parece haber mutado en el de especialista en pases (segundo máximo asistente de la liga con 8 servicios). Por contra Carlos Soler sólo ha anotado un gol, cantidad ciertamente baja para un centrocampista que actúa en la banda y con un cáriz totalmente atacante.

Mucho peor es la aportación de la defensa. Cierto es que no es su principal cometido, pero de entre los ocho zagueros del conjunto de Marcelino, sólo Nacho Vidal ha festajado un gol en la presente campaña  (en la jornada seis ante la Real Sociedad). El resto de defensas no se ha estrenado ni siquiera en las clásicas acciones a pelota parada.

Quizá este es el aspecto más preocupante en una temporada sobresaliente. La altísima efectividad de los delanteros han resuelto las dificultades atacantes en el campeonato. De hecho, el Valencia sólo ha puntuado en tres partidos de los treinta y cuatro disputados sin que uno de sus tres delanteros haya visto puerta: el empate a dos en el Bernabeu (marcaron Soler y Kondogbia), la victoria 2-1 ante el Girona (Parejo de penalti y Ramalho en propia puerta) y la igualada a uno de San Mamés (con gol de Kondogbia).

Ahora que hay dudas sobre la continuidad de los delanteros con vistas a la próxima campaña, sería oportuno no olvidar, que sin su acierto la posibilidad de jugar Champions hubiese sido muy remota.