La elección del entrenador, la gran rémora de Miñambres

VALÈNCIA. Un gran obstáculo para Felipe Miñambres. El director deportivo del Levante ha vuelto a sumergirse en la árdua tarea de encontrar entrenador para su proyecto, una asignatura que, de no ser por la figura del 'Chacho' Coudet, hubiese suspendido a su salida de Vigo. De hecho, esa fue la gran rémora del astorgano en el Celta, donde no acabó de dar con la tecla del banquillo desde que, coincidiendo con su llegada, Carlos Mouriño no cerrara la renovación de Berizzo. El presidente celtiña no llegó a un acuerdo con el argentino, que lamentó no estrechar lazos y, a la postre, marchó a dirigir al Sevilla. Fue entonces cuando Miñambres tuvo que rastrear el mercado de técnicos en un club en que no tuvo todas las llaves de la planificación como sí custodió en Orriols para escoger a Mehdi Nafti. 

Juan Carlos Unzué, Antonio Mohamed, Miguel Cardoso, Fran Escribà y Óscar García fueron las elecciones del leonés anteriores al fichaje del actual entrenador celeste. Y excepto Óscar, todos abandonaron Balaídos por no convencer a la parroquia y tras varios coqueteos con el descenso. De ese abanico de nombres, solo Unzué completó una temporada completa: 42 partidos que terminaron en una insulsa marcha deportiva que acabó definitivamente con la relación. La historia de Mohamed, Cardoso y Escribà es un caso aparte: tres entrenadores en una temporada después de decantarse sorprendentemente por el primero para iniciar el proyecto -se le achacó no ser un preparador del perfil que el astorgano suele manejar- y acabar con el valenciano salvando los muebles.

Otro gallo cantó en el Rayo Vallecano. Bajo su dedo elector solo pasaron por Madrid dos entrenadores: José Ramón Sandoval en dos etapas distintas y uno de sus grandes técnicos insignia, Paco Jémez. Cierto es que antes Miñambres hubo de cortar la cabeza de Pepe Mel para posteriormente asumir él mismo el cargo hasta la finalización de la temporada en 2010, pero el hoy preparador del Málaga no firmó en Vallecas con el astorgano en los despachos. Sandoval estuvo dos años en su primera etapa y Jémez, cuatro temporadas. Miñambres dejó el feudo franjirrojo con el examen de elección de entrenadores más que aprobado.