La estela de la Champions atraca en Mallorca

VALÈNCIA. El Valencia vuelve a la realidad. Después del mal trago de la Supercopa -y de una semana y media de descanso- los chicos de Albert Celades regresan a La Liga ante el Mallorca con el objetivo de la Champions en el punto más caliente desde que llegara el andorrano. 

Y es que la derrota del Sevilla en el Bernabéu permite al Valencia acercarse todavía más a la ansiada cuarta plaza, e incluso armarse de valor para levantar un poco más la cabeza en la clasificación. Una victoria en la lluviosa mañana palmesana supondría recortar tres puntos vitales a los hispalenses y ponese tan solo uno por detrás. 

Con el encuentro ante el Barça en el horizonte, la victoria ante el conjunto de Vicente Moreno se antoja tan importante como inspiradora ante la difícil tarea del fin de semana que viene. Además, las dificultades valencianistas para ganar fuera de casa también marcan un encuentro con los dos extremos de la competición presentes. 

La Champions, a tiro

El Sevilla no es el único invitado a la pelea por los puestos de Liga de Campeones. El Getafe le endosó un 0-3 al Leganés el viernes y de momento figura dos puntos por delante del Valencia. Es menester recordar que el combinado de Pepe Bordalás está eliminado de la Copa del Rey y la eliminatoria de Europa League ante el Ajax puede hacer que, ya en febrero, haga de La Liga su diana para repetir la hazaña del curso pasado. 

Otro rival a tener muy en cuenta es la Real Sociedad, que saldrá al escenario justo después de los valencianistas. Los guipuzcoanos clasifican con los mismos puntos y juegan en el Benito Villamarín a las 14h. Y sin salir del País Vasco, el Athletic también puede escalar posiciones si es capaz de derrotar al Celta esta tarde. 

Es decir, así como la victoria en Son Moix acercaría a los de Celades firmemente al cuarto lugar, una derrota podría significar un peligroso empujón hacia atrás en la tabla. 

Un Mallorca con la soga al cuello

El equipo de Vicente Moreno vive días amargos. En la isla se empieza a notar la presión del descenso y el técnico de Massanassa, aunque todavía no está en entredicho, se juega parte de sus habichuelas esta mañana. El Mallorca es decimoctavo, por delante del Leganés.

Igualmente, la dinámica mallorquinista va acorde con su situación clasificatoria: ha sacado un punto de los últimos 18 -seis encuentros consecutivos sin ganar-. Para contrarrestar ese dato, el entrenador valenciano se ha pasado al 5-3-2, esquema inédito en su equipo desde que él mismo aterrizara en Segunda B: un dibujo con tres centrales -Antonio Raíllo, Alexandar Sedlar y Martín Valjent- y dos carrileros largos. Es el sistema que ha usado con suerte dispar en las dos últimas citas ante el Zamora en Copa y Granada en la competición madre, y sopesa repetirlo esta jornada.

Además, el club bermellón necesita reforzarse en el mercado de invierno. De los catorce fichajes que llegaron a Palma en verano tan solo dos están teniendo continuidad en las alineaciones titulares: Take Kubo y Aleix Febas. Por el momento, ha llegado Alejandro Pozo y se ha marchado el exdelantero canario del Valencia Mestalla Aridai Cabrera.

Son Moix, la esperanza de la isla

Las únicas cuatro victorias que alberga el Mallorca en su casillero se han producido en su estadio. No ha ganado fuera de casa y, aunque Son Moix tampoco se ha convertido en un fortín -es de los peores equipos como local-, se alza como la esperanza del mallorquinismo para sacar el partido adelante. 

A eso se suma que el Valencia de Celades tampoco es el mejor visitante. Los che serían novenos si solo jugasen lejos de Mestalla. Su último triunfo a domicilio fue en el Ciutat de València, y fuera de la ciudad hay que remontarse a noviembre en Cornellà-El Prat.