La exigencia de la victoria marca la despedida del 2020 en Mestalla

VALÈNCIA. Pese al empate y las buenas sensaciones en el Camp Nou, la realidad de la clasificación le marca al Valencia que se encuentra a un punto de las posiciones de descenso.

Así que en el partido ante el Sevilla FC los de Javi Gracia se juegan mucho. Fundamentalmente los tres puntos que le permitirán respirar con cierta tranquilidad (aunque pudiera ser momentánea), y porque un triunfo ante un rival de la entidad de la que se supone al equipo de Lopetegui confirmaría la mejoría apuntada en el último tramo de campeonato. Es cierto que sólo se han conseguido tres victorias en 14 encuentros y que no se gana desde el día del Madrid. Pero no es menos cierto que los de Gracia sólo ha sido derrotados una vez en los últimos siete encuentros y la derrota fue ante el líder Atlético de Madrid, por la mínima y con un desgraciado autogol.

La mejoría existe, el problema es que es lenta. Quizá demasiado para lo que demanda la exigencia del fútbol de alta competición, pero es una evidencia que sin practicar un juego vistoso, el Valencia CF compite -con su estilo- cada vez más minutos en cada partido. La peor pega es que el equipo se sostiene sobre el frágil alambre de una inexistente planificación y el rendimiento se sostiene sobre el once titular casi sin plan B que pueda acudir al rescate. Cada lesión o sanción son un disparo casi letal para este honrado grupo de futbolistas a los que una nefasta gestión ha obligado a convertirse en salvadores a la fuerza.

Los recursos son tan escasos y las cartas están tan marcadas que cualquier ausencia supone un contratiempo mayúsculo. Máxime cuando el implicado es uno de los dos pivotes de los que dispone el equipo. Racic no entrenó el lunes aquejado de un cuadro de vértigos lo cual supondría el desplazamiento de Wass desde la banda derecha a ocupar la hipotética baja del balcánico, y por tanto la entrada de Thierry Correia como lateral derecho. Y he ahí por donde sangra la herida, porque más de un valencianista y de dos recuerdan el tremendo meneo que le propinó el japonés Akito en Terrassa, quien se convirtió en una pesadilla para el lateral portugués cada vez que el nipón le encaraba. Desgraciadamente para el luso -y fundamentalmente para el equipo- el nivel del lateral portugués está muy por debajo de su voluntad.

El resto del equipo no dista nada del que sacó un meritorio empate en el Camp Nou. Con Jaume bajo los palos, Correia -o Wass-, Gabriel, Diakhaby y Gayà en defensa. Carlos Soler y Wass -o Racic- en el eje de la zona ancha del terreno de juego, flanqueados por la derecha por un recuperado Yunus y por la izquierda por el ruso Cheryshev. En la punta del ataque Maxi Gómez y a sus espaldas se movrá el portugués Gonçalo Guedes.

En el equipo sevillista, Lopetegui sigue sin poder contar por lesión con el meta checo Tomas Vaclík, un puesto bien suplido por el marroquí Yassine Bono, ni con Sergio Escudero en el lateral zurdo, donde reapareció el argentino Marcos Acuña, al igual que Jesús Navas, que parece que repetirá en el diestro pese a estar muy sobrecargado de partidos.

Recupera, sin embargo, al delantero hispanomarroquí Munir El Haddadi, baja en las últimas citas por lesión, y, a pesar del varapalo del 1-1 contra el Valladolid, el once no variará mucho, salvo la probable entrada de Joan Jordán en el medio campo junto al brasileño Fernando y el croata Ivan Rakitic u Óscar, en detrimento de Óliver Torres.

Arriba repetirían Suso y el argentino Lucas Ocampos, con la posible novedad del neerlandés Luuk De Jong por el marroquí Youssef En-Nesyri.

Alineaciones probables:

Valencia CF: Jaume; Wass o Correia, Paulista, Diakhaby, Gayà; Musah, Soler, Racic o Wass, Cheryshev; Guedes y Maxi Gómez.

Sevilla FC: Bono; Jesús Navas, Koundé, Diego Carlos, Acuña; Jordán, Fernando, Rakitic u Óscar Rodríguez; Suso, De Jong y Ocampos.

Árbitro: Pizarro Gómez (Comité Madrileño).

Estadio: Mestalla.

Hora: 17.30 (Desde las 17 horas en El Matx de Plaza Radio)