VALÈNCIA. El Levante vive una de las peores rachas de sus últimos tiempos en Primera División. Desde que Juan Ramón López Muñiz encadenara hasta 17 encuentros sin conseguir la victoria, el club granota no enlazaba tantos encuentros sin triunfo. Doce son los que ahora mismo acumula el cuadro de Paco López aunque, eso sí, la estadística se extiende en dos temporadas. Si el pasado curso ya acabó siendo horrible, el actual ha arrancado por los mismos derroteros: con demasiados claroscuros y con muchos fundidos a negro a la hora de la verdad. Sin embargo, una de las claves sigue siendo la defensa.
Los granotas siguen encadenando encuentros sin dejar la portería a cero. De hecho, desde que se ganara ante el Eibar -en la última victoria que se le ha visto al elenco de Paco López-, el equipo no ha sido capaz de cerrar sus redes. Todo ello, después de una racha positiva en este sentido: sin encajar en el Metropolitano o ante el Valencia en el Ciutat. El caso es que la defensa granota, las dificultades tras pérdida, y el exceso de exposición en jugadas con marcador a favor y el encuentro a punto de morir, continúan condenando al Levante tal y como le ocurrió a inicios de la pasada campaña.
Entonces se llegaron a tocar las posiciones de descenso tras diez primeras jornadas fatídicas más allá de un ilusionante triunfo en Pamplona. Fueron cinco empates con consecutivos a uno inmediatamente después de tres derrotas que llegaron a sumir al club en el descenso, y con un problema inverso al que hoy padecen los levantinista. En cuatro de aquellos cinco empates, el equipo empezó por detrás en el marcador. El problema, entonces, giraba entorno a los malos inicios y las reacciones insuficientes. Sin embargo, esta temporada el Levante ha ido por delante en el luminoso en las tres tablas que van hasta la fecha.