Primera toma de contacto positiva entre el club y Rubén Baraja
Primera toma de contacto positiva entre el club y Rubén Baraja
VALÈNCIA. El encuentro entre el Valencia CF y Baraja que debe celebrarse en los próximos día ha de estar encaminado a sentar las bases para la continuidad del entrenador al frente del banquillo valencianista.
El club pretende que siga el entrenador que ha conseguido la permanencia y que además ha causado un efecto balsámico a la hora de calmar la grada dada su condición de leyenda del club blanquinegro. Para Meriton Holdings, la continuidad de Baraja se contempla desde una perspectiva beneficiosa.
Baraja está por la labor. Es, en sus palabras, el club de sus amores y nada le haría más feliz que poder seguir entrenando al Valencia CF. Sin embargo, no está dispuesto a continuar a cualquier precio. El Pipo ya advirtió tras acabar el campeonato en el Villamarín que hacía falta una profunda reflexión del porqué se había llegado hasta esa situación, que se debía hacer autocrítica y cambiar la mentalidad con un proyecto definido y volver a la exigencia máxima que siempre condujo a la entidad a ser un club potente.
¿Por dónde pasan las líneas maestras del cambio que pretende Baraja? La parte deportiva tiene su peso, pero no es el único punto a tratar.
Baraja entiende que una es imposible sin la otra. Sin una estructura que recuerde todos los días en qué club están los futbolistas y que les pidan explicaciones más allá de las que pueda pedir el cuerpo técnico, es complicado un comportamiento profesional adecuado. El Pipo ha contemplado actitudes de su vestuario que le han resultado difíciles de creer (jugadores llegando tarde a entrenar, o en condiciones poco recomendables). Además de que esa estructura apoye al 100% cualquier medida disciplinaria que tome el cuerpo técnico, sin la figura de una persona respetada por los jugadores y que marque una exigencia diaria, es muy complicado mejorar.
Baraja llegó en febrero para hacerse cargo del equipo sin cuerpo técnico a excepción de la figura de Carlos Marchena. Heredó preparadores y fisios que ya trabajaban en la primera plantilla e incluyó en su 'staff' a Toni Seligrat que era una petición hecha por Voro cuando se hizo cargo del primer equipo al ser destituido Gattuso, y tras el "no" de Chema Sanz a volver al Valencia.
Además tampoco Marchena tiene muy claro el continuar, ya que tiene su vida hecha en su Sevilla natal y tiene dudas de querer seguir en el banquillo.
Tampoco se libra de la exigencia el cuerpo médico. Desde la llegada de López Mateu (hombre propuesto por Zaragosí dada su influencia sobre Murthy), hay dos líneas de actuación claramente diferenciadas. Por un lado está López Mateu, y por otro los doctores Aliaga y Fernández Gere que trabajan más en contacto con la primera plantilla. Este enfrentamiento que fue cruento en la época de Bordalás dejó huella y pese a que este año no ha producido enfrentamientos del calado del año anterior, también se han dado episodios nada recomendables.
Este es un problema que han padecido todos los entrenadores de la entidad desde la salida del club de Mateu Alemany. Sin nadie que diera la cara de manera periódica ante los medios, es el entrenador de turno quien acaba hablando de todos los temas de actualidad a los que el club no ofrece respuesta. Pese a la promesa de más comunicación y transparencia hecha el verano anterior, la realidad es que las ruedas de prensa (a excepción de las del entrenador), se acabaron tras la tensa comparecencia a tres bandas (Layhoon, Solis, Corona) del 2 de febrero. Desde ahí, sólo alguna atención puntual de Solís (a la vuelta de un viaje a Singapur o con el caso Vinicius), y ni una explicación más. De hecho, a Baraja le tocó leer un comunicado de corte institucional tras las acusaciones de racismo en la previa del partido siguiente al enfrentamiento con el Madrid (el del Mallorca). Su incomodidad al hacerlo era evidente. Baraja no huye de su responsabilidad de dar explicaciones sobre su parcela, pero sólo quiere hablar de fútbol.
Sería uno de los cedidos por el que Baraja haría un esfuerzo. El entrenador está francamente contento de su nivel futbolístico (ha sido uno de los máximos goleadores del equipo) y también de su implicación para sacar adelante el complicado panorama que este año ha afrontado el equipo. Pese a ser un futbolista joven que necesita de mucha atención, su comportamiento (aún siendo un futbolista cedido) ha sido muy del agrado del cuerpo técnico que casi desde su llegada le concedió un lugar en el once inicial.
El uruguayo ha estado en todo momento muy lejos del rendimiento mínimo exigible que se le presupone a un jugador de sus características. No está a gusto con la suplencia a la que le ha relegado Baraja en el final de liga y el entrenador tampoco está contento con la respuesta del jugador en los minutos en los que ha estado en el campo. Existen dudas en el club sobre su continuidad el próximo curso.
En el caso de Hugo Duro, comenzó siendo un símbolo de lucha en el campo en los encuentros ante Real Sociedad y Osasuna, pero acabó yendo a menos con el hándicap añadido de su falta de gol (uno en toda la temporada). Al final Baraja optó por repartir minutos arriba entre Kluivert, Diego López y Alberto Marí. De hecho en el encuentro decisivo en cancha bética, ni Duro ni Cavani jugaron un sólo segundo.
Las dudas para la plantilla 2023-24 también alcanzan a Castillejo. El rendimiento del andaluz, según el cuerpo técnico, ha estado por debajo del que esperaban en un jugador de su trayectoria. Tampoco está clara su permanencia en el proyecto del próximo curso.
Primera toma de contacto positiva entre el club y Rubén Baraja