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la folgatinha / OPINIÓN

La madriguera de conejo

17/12/2022 - 

VALÈNCIA. Con un discurso aparentemente sensible que promete empatía con los aficionados, carente de soluciones económicas más allá del riñón del papi, intercalando aquí y allá la palabra Europa, pero sin hablar de firmar buenos futbolistas para volver a jugar en el continente y el blablablá habitual de Meriton, Kiat Lim se sentó a charlar con los medios del club. 

Disculpa las dudas, Kiat, pero desde noviembre de 2014 son muchos años escuchando medias verdades o, directamente, mentiras. La responsabilidad no es tuya, pero es de tu padre, que sigue meciendo la cuna. La desconfianza os la habéis ganado a pulso.

Antes de enfrentar el baño y masaje de los medios del club, Lim junior estuvo atento a todos los dardos que se lanzaron en la asamblea de socios del lunes contra su padre. No sé si se escandalizó, pero intuyo que no estaba informado de que el ambiente estaba tan cargado. En cualquier caso, Layhoon y compañía disponen del comodín de cargarle eternamente todo el muerto a Anil Murthy, que es cierto que era un provocador, un gestor zote y un pirómano de manual, pero... ¿Y Lim?, ¿vivía ajeno a todo?

Lejos de su discurso manufacturado para VCF Media - recordad, Meriton siempre os dice lo que queréis escuchar - Kiat dio en el clavo en el diagnóstico del club durante su intervención en la junta. "Doy las gracias a los aficionados y accionistas. No ha sido fácil, han sido un par de años duros. No podemos estar siempre con ataques personales, es entrar en una madriguera de conejo muy tóxica", comentó junior.

Y, efectivamente, el término exacto es la madriguera de conejo. Define lo que le sucedió al club en 2014. Persiguiendo a su particular conejo blanco, uno que prometía años de gloria -ponedle el nombre que queráis-, el club llegó hasta una oscura cueva y cayó por una madriguera, por un agujero que en lugar de catapultarlo a una nueva dimensión lo llevó a un fangal. Se abrió la puerta a un mundo surrealista, uno feudal, uno de encubrimientos, cínico y falaz.

Otra semejanza. En el cuento, Alicia, tras caer por el agujero, aparece en un cuarto lleno de puertas pequeñas, La Sala de las Puertas, y encuentra una llave de oro que abre una de ellas. El problema es que es demasiado grande para poder entrar. Entonces descubre un frasco con un letrero que pone 'Bébeme' y obedece. Automáticamente encoge, pero se vuelve tan pequeña que es incapaz de abrir la puerta.

¿Os suena? Es lo que le sucede al club, se cayó por la madriguera de conejo y se achicó hasta tal punto, que su gente ha normalizado la mediocridad. Hasta ahí lo ha llevado tu padre, Kiat. 

En el cuento, Alicia finalmente despierta. En Mestalla, el Valencia sigue dormitando, y en esa pesadilla sin fin forcejea con su particular Reina de Corazones, Peter Lim, mientras escucha: "Que le corten la cabeza", "que le corten la cabeza".

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