La solidez de Guillamón y la ausencia de un buen central

VALÈNCIA. El fútbol es un deporte donde los cambios aguardan siempre emboscados a la vuelta de la esquina. Lo que hoy es blanco, mañana es negro y lo que hoy es negro pasado mañana se puede convertir en una realidad blanca como por arte de magia. Y todo eso, lo inesperado y la magia que envuelve al fútbol, en este Valencia de nuestros amores, tiene un nombre y apellido fácilmente reconocible.

Un central bajito

Hugo Guillamón, que así se llama el futbolista en gestión, llegó a la Primera División procedente del filial y en todas las fichas que se guardan sobre él figura que Guillamón es un central criado deportivamente en la escuela de Paterna.

Y dio el salto

Cuando Guillamón pasó al primer equipo muchos pensábamos que era un futbolista bajito para ocupar esa posición sobre el césped. Y sí, no tiene una altura propia para un central del siglo XXI. Ahora bien, la novedad llegó de la mano de la exigencia y esa exigencia nos ha demostrado de nuevo que en el fútbol no es bueno escribir sobre ningún jugador antes de que llegue a la madurez. Unos maduran de cine y otros, sobre los que se tiene una magnifica opinión tras su paso por la escuela, se quedan en el camino y nunca llegan a madurar.

Fruto de la necesidad

Guillamón llegó al primer equipo con la ilusión de todos por ver que un jugador de la escuela sí había dado el salto al fútbol de élite, pero ese salto llegó con el paso del tiempo por su irrupción en una posición fruto de la necesidad y en una sorpresa morrocotuda por el magnífico resultado que ha ofrecido. Guillamón se convirtió en una especie de central, pero en una especie de central para el centro del campo.

En plena madurez

Y el fútbol, ya lo saben todos ustedes, quema de una forma tremenda la infancia de cualquier futbolista para convertirlo de un día para otro en un profesional más que querido y estimable. Eso le ha pasado a Guillamón y eso es una alegría más que atribuirle a la escuela de Paterna y de forma directa a un Bordalás que sí vio en este futbolista a un centrocampista estimable, que giró todo lo previsto sobre él para convertirse en el cerebro de un equipo que necesitaba ese cerebro de forma urgente en el centro del campo.

Su lugar, sin ninguna duda

Bien, dado su rendimiento y de alguna forma su escasa altura para ser central en su madurez, estarán de acuerdo conmigo en que este Valencia sí que ha arañado a un buen centrocampista, pero a la vez se ha quedado cojo en una línea vital para el buen funcionamiento del equipo. Eso quiere decir ni más ni menos que este Valencia necesita con urgencia el fichaje o la cesión de un buen central en la casi inmediata apertura del mercado para cualquier equipo.

Buscando solidez

Y miren, les soy sincero, tengo una simpatía especial hacia un tipo como Diakhaby más por su forma de ser que por su rendimiento sobre el terreno de juego. Ahí, en esa posición sobre el terreno de juego, en esa posición vital para dar fortaleza y seguridad a un equipo, es por donde anda cojo este Valencia a las órdenes de Bordalás. Fichar a un central competente es casi una asignatura pendiente para este equipo. Nos alegramos del salto de calidad que ha dado Guillamón, pero ese salto ha dejado desnuda a la defensa de este equipo. Hay que frenar la sangría de goles en contra. Es preciso.