VALÈNCIA. El Valencia volverá a San Siro el 19 de febrero para jugar contra el Atalanta con el recuerdo de su última gran noche de Champions en la retina. Y es que Milán fue la ciudad que vivió la última clasificación de los valencianistas para octavos de final en 2007, entonces con el Inter como rival.
Con Quique Sánchez Flores al timón, aquella temporada el Valencia también terminó primero en un grupo con Roma, Shakhtar Donetsk y Olympiakos, mientras que el Inter de Milán, dirigido por Mancini, fue segundo a la sombra del Bayern de Munich.
Por ahí llego un emparejamiento que, en este caso, no dejó demasiado contenta a la parroquia che, pues se avecinaba un duelo durísimo ante un rival concebido para llegar lejos en la máxima competición europea. Zlatan Ibrahimovic recién firmaba como neroazzurro aquel curso procedente de la Juventus, y otras incorporaciones como Grosso, Maicon, Vieira o Crespo ponían a los italianos en el saco de uno de esos 'nuevos ricos' que optaban, al menos, a meterse entre las posibles sorpresas para alzarse con el título.
Una ida espectacular y una vuelta sangrienta
Con estos alicientes, el encuentro del Giusseppe Meazza no se salió de los análisis previos. Inició la contienda con asedio interino sobre la portería de Cañizares y todas las ocasiones del primer tiempo corrieron a cuenta de los transalpinos.
En el 29' marcó Cambiasso de cabeza, tras una gran parada del meta valencianista a remate de Ibrahimovic. Eso sí, un impecable lanzamiento de falta de David Villa puso lo que era un jugoso empate a uno en el marcador a media hora del final. No iba a terminar ahí el partido: en el 76' anotaba Maicon en una triangulación que rompió a Ayala y Albiol, y en el 85' Silva vacunó al Inter con un golazo de volea a la salida de un córner.
Con 2-2, la vuelta en Mestalla otorgaba cierta ventaja a los de Quique, que aguantaron los arreones de un rival lleno de estrellas y consiguió amarrar el 0-0 que les metía en cuartos de final. Entonces el partido se alargó unos minutos más: una batalla campal tras el pitido final terminó con David Navarro tirando un tremendo puñetazo a la nariz de Burdisso y con varios futbolistas del Inter entrando fuera de sí en el vestuario local.
San Siro, un estadio de malos recuerdos para el Valencia
No solo por la derrota en la final de la Champions de 2001 San Siro es un estadio maldito para el Valencia. La de febrero será la octava visita valencianista allí y nunca ha conseguido ganar: cuatro choques de Champions (2 empates y 2 derrotas), dos de UEFA (2 empates) y un amistoso con derrota en 1958.