"La ambición de Alcaraz le hace querer ganar todo, jugando al FIFA se pica más que con la raqueta"

MURCIA. Se criaron juntos, entrenaron a diario, se enfrentaron en muchas ocasiones y le ganó bastantes veces. Pedro Cobacho Sánchez, también tenista y amigo de Carlos Alcaraz Garfia casi desde la cuna, puede presumir de ser de los pocos que le miraron a la cara en una pista cuando el actual número 1 de la ATP era un chiquillo y tenía el sueño de alcanzar lo que ya está logrando. 

También de El Palmar, este joven, diez meses mayor que Carlitos, apuesta decididamente por alguien a quien conoce muy bien. "No tengo dudas de que marcará una época pues con 19 años y con apenas uno al más alto nivel ya lleva ganados un Grand Slam y tres Masters 1.000. Me encantaría que batiera muchos récords y seguro que no se cansará de ganar pues es muy ambicioso", reconoce Cobi.

- ¿Cuándo conociste a Carlos? 

Se puede decir que nos conocemos casi desde que nacimos. Yo tendría tres años y él dos. Los dos somos de El Palmar y empezamos a entrenar juntos en la escuela de su padre en el Club de Campo. Dado que teníamos un nivel similar nos pusieron en el mismo grupo y luego, al ir destacando, compartimos espacio en la pista conforme fuimos subiendo categorías.   

"HASTA QUE YO TENÍA 15 AÑOS Y ÉL UNO MENOS LA COSA ESTABA IGUALADA, PERO A PARTIR DE AHÍ CARLOS YA DIO EL ESTIRÓN DE NIVEL Y YA NO HUBO COLOR. EVIDENTEMENTE SON MUY POCOS LOS QUE LLEGAN A SER PROFESIONALES Y A MÍ ME COSTÓ EL HECHO DE NO GESTIONAR LA DERROTA TRAS HABER GANADO TANTO SIENDO MÁS CRÍO"

- ¿De ahí surgió la rivalidad entre vosotros? 

Sí. Fue una rivalidad muy buena y sana pues competíamos tanto en los entrenamientos como en los torneos. Pasamos muchas horas en la pista y cuando acabábamos nos íbamos al frontón. Desde que éramos pequeños somos buenos amigos, viajamos juntos, hasta compartíamos habitación y nos cruzamos en campeonatos, en algunos casos peleando en finales. A veces ganaba él y otras la hacía yo y había un pique que hacía que nos recordáramos los resultados el uno al otro pero siempre de buen rollo. 

- ¿Has presumido alguna vez de ser el que le ganaba al que ahora está en la cima del tenis mundial?

No me gusta hacerlo pues puede resultar hasta incómodo y no quiero ningún reconocimiento por lo hecho en el pasado. Sinceramente me alegro muchísimo de que a Carlos le vaya genial pues es mi amigo, aunque a él si le digo en plan de broma que si es capaz de ganar a los grandes del circuito y yo le vencí a él también podría hacerlo yo. 

- ¿Cuándo se rompió la balanza a su favor? 

Hasta que yo tenía 15 años y él uno menos la cosa estaba igualada, pero a partir de ahí Carlos ya dio el estirón de nivel y ya no hubo color.  

- Ver a tu amigo jugando al tenis en los mejores torneos del mundo, ganándolos y siendo el número 1 ¿hace que llegues a pensar que tú también podías haber estado ahí? 

Evidentemente son muy pocos los que llegan a ser profesionales y a mí me costó el hecho de no gestionar la derrota tras haber ganado tanto siendo más crío. Claro que me hubiese gustado llegar más lejos y siento cierta melancolía por esa vida de viajes y torneos, que también era mi vida, pero elegí otro camino. 

"EN UN TORNEO DEL NIKE JUNIOR TOUR, EN EL QUE NOS ÍBAMOS A ENFRENTAR EN SEMIFINALES, ESTÁBAMOS EN LA MISMA HABITACIÓN EN EL HOTEL Y DE LO TRANQUILO QUE ES HASTA QUE TUVE QUE TIRAR DE ÉL PARA SACARLO DE LA CAMA PORQUE SE NOS HACÍA TARDE. SU TRANQUILIDAD Y SU NATURALIDAD LE HACEN SER MÁS COMPETITIVO"

- De tantos años conviviendo guardarás unas cuantas anécdotas. ¿Cuéntanos alguna?

Sí hay bastantes y me acuerdo, por ejemplo, de un torneo, el Nike Junior Tour, en el que nos íbamos a enfrentar en semifinales. Estábamos en la misma habitación en el hotel y de lo tranquilo que es hasta que tuve que tirar de él para sacarlo de la cama porque se nos hacía tarde. En dos horas teníamos el partido y él seguía durmiendo como si tal cosa. Por cosas como esa le va tan bien ahora, pues su tranquilidad y su naturalidad le hacen ser más competitivo y si lo sabe gestionar, como lo hace, tiene una gran ventaja. Se vio en la final del pasado domingo ante Medvedev en Indian Wells.

- ¿Qué es lo que más destacas de Carlos en la pista y con una raqueta en la mano?  

Su inteligencia, que le hace entenderlo todo muy pronto y tomar las mejores decisiones, eso y el hecho de que a la mínima que ve sangre va a por la herida del rival, como se suele decir. Él sabe cómo jugar y mantiene la tranquilidad en momentos complicados. A mí me recuerda a Djokovic pues también es un jugador dominante, aunque Carlos es incluso más explosivo y llega a todas. Además, pese a ser todavía muy joven, juega al tenis y ya está, como si no estuviera nunca nervioso y lo demostró sobradamente ante rivales del nivel que tienen a los que se enfrenta con títulos en juego.

- Carlos apuntaba alto desde bien pequeño, pero ¿tú pensabas que le llegaría el éxito tan rotundo a estas alturas?

Yo sabía que lo que hacía no era normal, aunque alcanzar el número 1 del mundo tan pronto eran palabras mayores, aunque sí que destacaba muchísimo sobre el resto. La primera vez que viajamos por España, siendo él alevín de primer año y yo de segundo, ya ganó el torneo que organizaba Nike antes del Rafa Nadal Tour demostrando que era de los mejores tenistas del país siendo de los más pequeños de su categoría e incluso de una inferior. 

"DE CARLOS DESTACARÍA SU INTELIGENCIA, QUE LE HACE ENTENDERLO TODO MUY PRONTO Y TOMAR LAS MEJORES DECISIONES, ESO Y EL HECHO DE QUE A LA MÍNIMA QUE VE SANGRE VA A POR LA HERIDA DEL RIVAL. ME RECUERDA A DJOKOVIC PUES TAMBIÉN ES UN JUGADOR DOMINANTE, AUNQUE CARLOS ES INCLUSO MÁS EXPLOSIVO Y LLEGA A TODAS"

- Se le compara con los más grandes de la historia del tenis. ¿Crees que puede marcar una época? 

No tengo dudas sobre eso. Me da respeto y hasta miedo pensar hasta dónde puede llegar pues con 19 años y con apenas uno al más alto nivel ya lleva ganados un Grand Slam y tres Masters 1.000. Me encantaría que batiera muchos récords y seguro que no se cansará de ganar pues es muy ambicioso. Desde pequeño decía que su sueño era ser el número 1 del mundo y no paró hasta que lo logró y el próximo será llevarse más títulos y batir tantos y tantos topes en su carrera.  Carlos es un gran trabajador, siempre lo ha sido, y eso le ayudará.

- Además de en el tenis dicen que Alcaraz quiere ganar a todo. ¿Es realmente así?

Tal cual y diría que jugando al FIFA se pica más que con la raqueta en la mano.

- ¿Cuál fue la última vez que estuvisteis juntos? 

Un par de días antes de que se fuera a Argentina para iniciar esta gira por América. Solemos salir a tomar algo y mantenemos el mismo grupo en común de toda la vida, el cual se forjó en el Club de Campo. Cuando viene a El Palmar nos solemos ver, pero es verdad que cada vez tiene más compromisos y es más complicado coincidir porque él casi siempre está fuera.

- ¿Será dificultoso eso de salir a dar una vuelta con Carlos dado el interés que suscita nada más poner un pie en la calle? 

Así es y por eso hacemos nuestras quedadas más bien en privado, en alguna casa, aunque también vamos alguna vez a comer fuera. En un momento determinado puede resultar algo incómodo porque todo el mundo quiere una foto con él, pero le gusta y realmente lo lleva bien.  

"SE PUEDE DECIR QUE HAY LOCURA POR CARLOS EN EL PUEBLO Y LO VIMOS ESPECIALMENTE TRAS LOGRAR EL TRIUNFO EN EL US OPEN Y EL MUTUA MADRID OPEN. CUANDO SALIMOS TODO EL MUNDO QUIERE UNA FOTO CON ÉL, PERO LE GUSTA Y REALMENTE LO LLEVA BIEN"

- Tú que lo conoces bien, ¿ves que la fama le haya hecho cambiar? 

No, no lo ha hecho. Carlos es una personal muy natural y sencilla, muy transparente. La relación entre nosotros siempre fue la misma y es un chico con una gran bondad, la misma que tenía de crío y, aunque está claro que la vida te puede cambiar por muchas circunstancias, él es uno más en nuestro grupo de amigos.  

- En El Palmar, de donde tú también eres, cada vez que vuelve Carlos se monta una buena, ¿verdad?

Desde luego. Se puede decir que hay locura por él en el pueblo y lo vimos especialmente tras lograr el triunfo en el US Open. Él vino un día por la tarde al club y había 50 o 60 niños esperando en la puerta del gimnasio y también un buen número de padres esperando a que saliera. También se montó una buena cuando ganó el Mutua Madrid Open con medio millar de personas en la puerta de su casa y hasta una batucada. Con eso de tas cuenta de la magnitud que tiene lo que está consiguiendo y yo, lógicamente, me siento muy orgulloso de ver lo que le está pasando.