VALÈNCIA. Podríamos cerrar el capítulo de dudas de esta primera parte de la pretemporada (un instante gigante para la ingenuidad) limitándonos a confirmar que al Valencia le faltan defensas. ¿Pero defensas de cuáles?, lanzaría el apuntador. Sería sencillo cerrar el expediente con un par de centrales, de esos que también corren veloces a treinta por hora.
El problema, qué decepción, es que al Valencia le faltan defensas de otro tipo. Arrastra una inmunodeficiencia que hace, desde unas cuantas temporadas, que su sistema no pueda funcionar correctamente. La constancia en el fallo defensivo hace que hayamos tomado costumbre. Pero no parece demasiado presentable que el problema sea de la zaga cuando el equipo carece de puntales que dominen y equilibren su juego. ¿Quién marca los tiempos? Tampoco encaja en la simplificación defensiva el hecho de que el grupo carezca de definición sobre si juega desde las alas o desde dentro. Cuando el plan era lanzar batidas con Guedes y Yunus Musah de tiradores, se amanece con que son estiletes por dentro.
El Valencia ficha y se mueve sin que se sepa si es realmente el propio club quien lo hace o si se lo hacen. Gattuso propone alegría y entusiasmo sin que se conozca si es por un plan consensuado con la dirección deportiva (jiji) o una iniciativa propia producto de su manera de ver la vida.
Cuando uno padece de inmunodeficiencia le cuesta mucho más encontrar el equilibrio, ajustar sus carencias. Permite con sencillez los ataques exteriores, está menos capacitado para adaptarse a situaciones cambiantes.
No es al equipo de Gattuso al que le faltan defensas, es al club al que le fallan las defensas. En consecuencia, el grupo se ve abocado a la voluntariedad de intentar un nuevo plan sin red de seguridad. Puede salir bien, como contra el Borussia, o mal, como contra el Stuttgart. Pero lo relevante tiene que ver con la apuesta todo al rojo: la esperanza en que se produzca una carambola por la cual un entrenador ejerciendo un enorme liderazgo compense la falta de equilibrios y convenza a un grupo agujereado por múltiples flancos. Sencillo.