Las piezas del rompecabezas

VALÈNCIA. Me resulta cada vez más complicado aguantar los partidos de preparación. Son un peñazo. Aunque un derbi no entiende de escenarios y por mucho morbo que genere medirse al Valencia, y que días antes en el banquillo del Real Mallorca estuviera Luis García Plaza, apenas se pueden extraer conclusiones en tan poco rodaje más que cruzar los dedos para que no se produzcan fugas en un engranaje con unos automatismos definidos, sobre todo en forma de percances físicos, que desafortunadamente los ha habido. Está siendo una pretemporada atípica por muchos motivos y hay que adaptarse a todos las condicionantes. En lo deportivo, el mercado está marcando unas pautas restrictivas y unos parámetros claros.

La operación salida focaliza todos los esfuerzos, pero la dirección deportiva no cierra las puertas a pulir la plantilla si hay posibilidades. Lo prioritario es adecuar el número de dorsales o incluso un poco menos para tener un margen de maniobra a futuro si fuera necesario. Aún hay excedente para llegar al límite de 25 fichas y alcanzar ese tope al inicio de la temporada es el objetivo, aunque luego todavía quedarían unas semanas para acometer más movimientos. Tras las salidas de Sadiku, Dwamena e Ivi López, hay 31 futbolistas con contrato en vigor. Uno de ellos es Doukouré, que no tendrá ficha ya que está lesionado de gravedad al romperse el tendón de Aquiles en su cesión en el Huesca.

Que haya más de 30 jugadores no ayuda a preparar una temporada como la que se avecina con tantos condicionantes externos. Pero ni a Paco ni a cualquier entrenador. El exceso de equipaje genera inconvenientes. Menos mal que hay un camino trazado y un ADN reconocible con mimbres para dar el estirón. La estructura permanece inalterable. Ojalá que hasta el final y que los números cuadren con los ‘primeros espada’ (Aitor, Campaña y Bardhi) en la plantilla definitiva. Respeto la elección de los capitanes, más el guardameta de Arrasate, en la presentación de la nueva piel, pero eché en falta al sevillano o al macedonio de modelos. Y si se dio cabida a las secciones, un guiño a los campeones de la Fundación, que son referentes a nivel nacional y el principal exponente del #OrgullGranota, hubiera quedado fenomenal. Por cierto, la camiseta blanquinegra me encanta y si además se hace un guiñito a la historia pues mucho mejor.

Hasta el lunes 5 de octubre que se cierra la ventana estival de operaciones pueden pasar muchas cosas. Aunque lo primero es soltar los amarres que no entran en los planes del cuerpo técnico y despejar más incógnitas como la de Pepelu, aún retocaría la plantilla con un delantero y un central, siempre que incrementen el nivel y no sean de relleno. Las dudas alrededor de Sergio León condicionan la nómina atacante. Al cordobés le sucede como a Hernani, más en el disparadero todavía que el ariete y sin minutos ante el Valencia, y Óscar Duarte, que de partida arrancarían con menos galones que el resto si se quedan. En la vanguardia, Roger, que estará al menos cuatro semanas KO por el esguince de grado II-III en su tobillo izquierdo que sufrió en el derbi, Morales y Dani Gómez son fijos. Es un imposible una tercera temporada de Mayoral en el Levante. Y como el Valencia se lo piense más de la cuenta puede vivir otro caso Reina o Yangel Herrera y que el de Parla acabe decidiéndose por las propuestas que tiene de Italia (Lazio o Roma).

Aunque el mensaje sea que no es una prioridad, la dirección deportiva ha rastreado el mercado de centrales y esa vía no está ni mucho menos cerrada. No es grave, pero que Vezo y Postigo se hayan lesionado en pretemporada incrementa el debate y la cantinela del zaguero de jerarquía. En el rompecabezas de la retaguardia no hay que olvidar el calvario que ha superado Róber Pier (volvió a jugar 413 días después) y el protagonismo que ha tenido Duarte la última temporada. Ante el overbooking en el lateral diestro, Coke podría ser una solución, pero para momentos puntuales. Con este panorama, Paco subió para el segundo amistoso a Álvaro Pedraza, uno de los refuerzos de filial desde la factoría del Atlético, que estuvo la última temporada cedido en La Nucía y que recuerda a la apuesta por Eliseo Falcón y Gonzalo Pereira cuando la plaga de lesiones azotó al centro de la defensa en la víspera del derbi en el Ciutat frente al Valencia.

Luna y Fran Manzanara serán los siguientes en seguir el camino de Sadiku, Dwamena e Ivi. Tampoco veo sitio, de momento, para Dani Cárdenas, Pablo Martínez ni Arturo Molina. Son apuestas a futuro que necesitan encontrar un destino que les garantice minutos de protagonismo. Los tres renovaron sus contratos: Cárdenas hasta 2022, con opción a dos temporadas más, y Pablo Martínez y Arturo Molina están atados hasta 2024. Y veremos Pepelu, que ha dado el paso definitivo en el Tondela. En una demarcación con tantos efectivos, no cambio ni una coma de lo que escribí semanas atrás: o se apuesta definitivamente por él, sin soluciones intermedias, o hay que dejarle volar. Contra el Mallorca fue la primera rotación y suplió a Melero en el minuto 32 con 2-0 en el marcador. Frente al Valencia participó desde el 80 por Pablo Martínez, que había arrancado tras el descanso. Menos tiempo de acción que se argumenta en un golpe que recibió ante los baleares. Paco decidió no darle más rodaje y kilómetros en las piernas.

Aún es pronto para hacer análisis, pero sí para exponer algunas pinceladas, a la espera de los tres últimos partidos ante Cartagena, Villarreal y Castellón que le den más colorido al equipo. Aitor, Miramón, Toño, Melero, Bardhi y Roger han repetido de inicio. Me gustó más De Frutos en banda derecha (desde ahí marcó y asistió en el primer amistoso) que en la izquierda. De primeras me convence Dani Gómez más junto a un ariete de referencia. Un argumento que se asemeja al que rodeaba a Mayoral, “un espejo donde mirarse” para el nuevo de la clase y con paralelismos: criados en la factoría del Real Madrid, han compartido vestuario, son jugadores ofensivos y con la etiqueta Sub-21. Borja cerró su ciclo en la Rojita con el título continental en Italia. Ahora Dani es uno de los exponentes de la nueva generación.

Vukcevic me ha generado más serenidad y menos exceso de riesgos que Radoja como centrocampista posicional. El montenegrino ocupa mucho espacio salarial, tendría su sitio entre los 25 de Paco, pero entiendo que se puedan escuchar propuestas por él. Y, sobre todo, es evidente que Campaña le da otra dimensión al centro del campo y una hipotética salida dejaría un boquete tremendo. Su continuidad es imprescindible para subir un escalón. El Sevilla está apuntando de momento hacia otro lado; ha desembolsado 15 millones de euros por el 75% de la ficha de Óscar Rodríguez (del Madrid y cedido en el Leganés), que cubrirá junto a Rakitic, que volverá a Nervión, las necesidades que ha dejado la marcha de Banega.