VALÈNCIA. Bordalás mantiene dos prioridades en este mercado de fichajes. Una es la del mediocentro Mauro Arambarri, la otra es la del delantero Marcos André. Por este orden. El técnico ha pedido que el Valencia CF trate de agotar todas las vías de negociación para completar su corto cupo de fichajes con el uruguayo o con el brasileño porque ambos, por su condición de extracomunitarios no le caben en la plantilla. Es decir, la llegada de uno bloquea la del otro.
En ambos casos está tropezando. Si en el caso de Arambarri, el club de Mestalla tiene que picar piedra para vencer la resistencia de Ángel Torres, que continúa exigiendo la cláusula de libertad de 25 millones de euros -o 12'5 kilos por el 50% del que es propietario-, en el caso del Real Valladolid está encontrando más dificultades de las que esperaba.
Saltar el muro económico que propone el conjunto de Pucela para acceder al punta brasileño es complicado pese a la insistencia de Bordalás. El Valencia no llega a cubrir las peticiones castellanas.
El Valladolid ha negado hasta en tres ocasiones la salida de Marcos André al Valencia. La primera oferta consistía en 3 millones de euros; el Pucela ni siquiera la contempló. La segunda llegaba a los 4 millones de euros y ofrecía otro adicional si el jugador alcanzaba una serie de hitos con el equipo de Bordalás, tales como clasificarse para la Liga de Campeones o ser uno de los máximos goleadores de LaLiga. Esta petición, de nuevo, fue rechazada. La última, que llegó el martes, subía un millón más y añadía, como gancho, un 25% de una futura venta desde el Valencia a otro club. La respuesta fue la misma que en los dos casos anteriores: más dinero.
En Zorrilla han tasado al futbolista en 10 millones de euros, aunque los medios de comunicación castellanos entienden que Ronaldo accedería a vender al brasileño por 8 millones. Si Anil Murthy, presidente del Valencia, no sube 3 millones su última oferta, Marcos André se quedará vestido de albivioleta.
El Real Valladolid comparte los derechos de Marcos André con el Guaratinguetá Futebol Ltda, el modesto club brasileño en el que se formó antes de llegar al Celta B en 2015. Guaratinguetá tiene el 25% de los derechos del futbolista. Esta situación explica que el Valladolid exija una cantidad superior a la que el Valencia esperaba cuando arrancaron las negociaciones.
La insistencia en Arambarri y en Marcos André indica que el conjunto del murciélago confía en colocar en el mercado a Kang In Lee, que ocupa plaza de extracomunitario en la plantilla, y obstaculiza la llegada de cualquier futbolista que no tenga pasaporte comunitario. El jugador se reincorporó el martes a los entrenamientos tras su paso por las Olimpiadas de Japón, sin haber definido su futuro, pero convencido en no renovar con el Valencia.